Luego de la toma de muestras de materia fecal para análisis y detección de virus y bacterias, se llegó al resultado de que el brote fue producido por un virus llamado norovirus, el cual se transmite por consumo de alimentos o agua contaminada, y/o contacto persona a persona. Además, el estudio se completó con muestras de agua, que fueron analizadas por parte del municipio, ubicado a 64 kilómetros de Paraná.
El director de Epidemiología, Diego Garcilazo, señaló: "El equipo del Departamento de Vigilancia Epidemiológica estuvo trabajando en el lugar para determinar la causa del incremento en el número de consultas por cuadros de gastroenteritis. Se realizaron más de 240 encuestas, y se tomaron muestras para análisis virológico y bacteriológico".
"Se confirmó de esta manera que los casos se dieron por un virus que es responsable del 50% de los brotes de gastroenteritis en general", aseguró el profesional. Y explicó: "La infección por norovirus se presenta con náuseas, vómitos, diarrea líquida y dolor abdominal. Sin embargo, hay casos asintomáticos. En general estas infecciones son de curso benigno, evolucionan favorablemente en dos o tres días", destacó.
"Durante estas semanas estuvimos en diálogo con el director del hospital Francisco Castaldo de la localidad entrerriana, Martín Ginestar, y con los funcionarios municipales para poder contener la gran demanda y conocer la situación. Podemos afirmar que hubo una disminución considerable de las consultas", indicó Garcilazo.
Para evitar la proliferación de este tipo de virus en poblaciones donde se confirmó que hay brotes de gastroenteritis, desde el Ministerio de Salud recordaron a la población la importancia de consumir alimentos y agua segura.
Se considera agua segura a la que por sus condiciones y tratamiento no contiene gérmenes ni sustancias tóxicas que afecten a la salud. Se puede obtener mediante el empleo de lavandina (colocar dos gotas por cada litro de agua; tres gotas por cada litro y medio; y seis gotas por cada tres litros; dejando reposar durante 30 minutos antes de consumirla); o hirviendo el agua durante tres minutos (desde la aparición de burbujas, esperando que se enfríe para su consumo).
Cabe citar que, además, se debe conservar el agua luego de volverla segura.
Prevención
Para quienes tienen síntomas de gastroenteritis y ya fue confirmada la afección por un profesional de la salud, desde la cartera sanitaria recordaron la necesidad de prevenir la deshidratación.
Es importante mantener una buena hidratación, sobre todo en esta época de verano, dado que las diarreas y vómitos provocan una excesiva eliminación de los líquidos del cuerpo.
En algunos casos es necesario suplementar el consumo de agua con sales de hidratación oral.
Al respecto, Garcilazo manifestó: "Los grupos más vulnerables son los niños pequeños y los adultos mayores. Asimismo, la lactancia materna es esencial para mantener la hidratación y evitar que este tipo de cuadros se agrave o prolongue".