En la semana se conoció que las refacciones de la escuela Rivadavia están listas y, cuando sus estudiantes vuelvan al edificio, los espacios ocupados en la Del Centenario quedarán libres. "Pedimos que se instalen los talleres de arte y tecnología porque las computadores y escritorios donados por padres hoy están guardados en cajas", sentenciaron los manifestantes que iban llegando a la puerta del edificio que fue reformado para la Cumbre del Mercosur.
padres
A mitad de mañana los padres se reunieron en la puerta del establecimiento.
Foto UNO
Todo comenzó en WhatsApp
En los grupos de WhatsApp de padres y madres de la escuela Del Centenario circuló un audio en el que se alertaba sobre el posible traslado de la Dirección que encabeza Humberto José hacia la Escuela Nº1 Del Centenario.
La Dirección Departamental de Escuelas de Paraná como el Consejo General de
Educación (CGE) descartaron la posibilidad, pero los padres se reunieron igual.
El rumor circuló luego de que se informara oficialmente que la comunidad educativa de la escuela Rivadavia va a finalizar el ciclo lectivo 2018 en el edificio de Tucumán y Cervantes. Desde el incendio ocurrido en 2016, la Rivadavia funciona en la Escuela Del Centenario.
Dársenas
En el medio de los reclamos, los padres pidieron que la Municipalidad de Paraná, concrete la obra de las dársenas de estacionamientos sobre calle Córdoba aunque la intervención afectará a los árboles de la cuadra.
En marzo de este año se conoció que el gobierno provincial realizó un aporte de 500.000 pesos a la municipalidad de Paraná para la construcción de dársenas en la escuela Del Centenario. "La obra permitirá mejorar la circulación, transitabilidad y seguridad del lugar", anunciaron en el comienzo de clases.
La medida es polémica -en principio- porque los vecinos de la zona están en contra de los estacionamientos. Los padres la justifican para poder buscar a sus hijos con comodidad.
En realidad, frente a la escuela, estacionan autos sobre las dos manos y ahí reside el problema. Ese espacio debería estar libreado para evitar la doble fila en ambos sentidos. En realidad, una medida de avanzada sería disminuir el paso de autos particulares, bajar la velocidad y ensanchar las veredas para que los peatones tengan más espacio.
Sobre todo porque el cemento de las dársenas arruinará la salud de los árboles que embellecen y mejoran la calidad de vida en una de las cuadras más lindas del Parque Urquiza.