La universidad argentina cumple este año 70 años de gratuidad. Fue en 1955 cuando Argentina adoptó, a través de esta política de Estado, una posición de vanguardia respecto de la educación pública tanto en la región como a nivel de las mayores potencias del mundo.
Tecnicaturas para atender las nuevas demandas laborales
Siete décadas después, las sociedades son denominadas sociedades del conocimiento, en las que la formación es un valor fundamental para el desarrollo de la ciencia, la tecnología, las economías y estados. Estas nuevas demandas se reflejan también en las ofertas académicas, los nuevos perfiles estudiantiles, los planes de estudio y las modalidades de cursado.
Asimismo, las transformaciones tecnológicas han reconfigurado los mercados de trabajo. Frente a las nuevas dinámicas, las carreras tradicionales encuentran no ya menos sentido sino, por el contrario, nuevos desafíos para el desarrollo y el desempeño profesional. Así lo demuestra la carrera de contador público, que ha mantenido una cantidad estable tanto de ingresantes cada año como de egresados. Es una carrera que ha sido fundamental tanto en el ámbito del sector privado, a nivel gerencial de la empresa o en el ejercicio de la profesión liberal; así como en el ámbito del sector público, en las tareas relacionadas con la función de control interno y externo, proyección y medición de estados contables y financieros, entre otras muchas áreas de incumbencia.
Frente al perfil “generalista” que la carrera de contador público ofrece, la Licenciatura en Economía, otra de las carreras que se suman a la oferta académica de la Facultad, tiene un fuerte arraigo en aspectos del área económica. Es de destacar la consolidación que esta carrera ha logrado en la región, con cada vez más matrícula de ingreso y, al mismo tiempo, un alto porcentaje de rápida inserción laboral de sus egresados.
En un informe del área de Estadísticas Universitarias de la Facultad de Ciencias Económicas, elaborado por docentes e investigadores, se desprende que más del 40% de quienes ingresan en carreras de la Facultad visualizan una relación total entre la carrera elegida y el trabajo. Asimismo, nuevas propuestas académicas como la Licenciatura en Gestión de las Organizaciones, que comenzó el dictado de clases en 2018, ha despertado gran interés tanto para estudiantes que están culminando sus estudios de Secundario como para quienes ya se encuentran desempeñándose en diversas áreas de trabajo, en una carrera con una mirada especializada en las pymes de la región, con vocación innovadora y asociativa, y con sus sentidos puestos en la mirada global y local de las pequeñas y medianas empresas.
Las nuevas demandas del medio, la región, y la formación de quienes se desempeñan en diversas áreas del trabajo, ha contribuido a la diversificación de ofertas académicas en las Ciencias Económicas que se han volcado específicamente a la gestión y la administración, y a la formación de recursos humanos. Tal es el caso de las tecnicaturas en Gestión y Administración Pública y la Tecnicatura en Formación de Recursos humanos, que vienen consolidándose en la Facultad como carreras de inserción de quienes ya se encuentran desempeñándose en el mundo laboral. Así, el perfil de estas nuevas carreras incluyen más del 60% de sus ingresantes del último año trabajando a la par de su formación en diversas áreas de administración del Estado, el trabajo público y el desempeño laboral en el ámbito privado.
Otro dato destacable es que quienes componen la matrícula de estas carreras superan la barrera de franja etaria de los 25 años, encontrándose así estudiantes que deciden estudiar una carrera luego de los 35 y 40 años en la Facultad. Las oportunidades de cursado presencial adaptado a los horarios habituales de trabajo, cursado nocturno, acompañan el paso por la Facultad de nuevos perfiles estudiantiles para nuevos perfiles laborales y profesionales.
Así, el paso de la Facultad al mercado de trabajo ya no se piensan como esferas separadas, sino como una continuidad que se retroalimenta y permite pensar en el desempeño profesional como requisito en la propia formación académica. Así lo hacen tanto las Prácticas Profesionales Supervisadas (PPS) como los programas Facultad y Mundo Laboral, que acercan y facilitan la inserción laboral de los estudiantes, al tiempo que retroalimentan la relación de la Universidad con el medio. Estas nuevas dinámicas exigen asimismo una continua formación de los equipos docentes, que buscan capacitarse continuamente en nuevas virtualidades, lenguajes y dinámicas de enseñanza-aprendizaje.