La sequía que afecta a Entre Ríos y la falta de lluvias de los últimos meses, calificada como la peor de los últimos 60 años, continuará durante enero y generó un escenario de "extrema austeridad en los niveles de producción" tanto de granos como de animales.
Sequía: se espera una "austeridad extrema" en la producción
Así lo advirtió este viernes la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, al señalar que la situación afectó gravemente a la provincia, con un retraso en las siembras, resiembras y fuertes consecuencias sobre los cultivos de la cosecha gruesa de la campaña 2022/23.
También complicó la producción de forraje del campo natural y pasturas, principal insumo en la alimentación de la ganadería de cría, recría y tambo, con una tasa de crecimiento del campo natural muy baja o nula y con un desarrollo muy escaso. Por eso, los productores ganaderos debieron vender cabezas para aliviar la carga animal en los campos, y la condición corporal del ganado presentó una caída interanual del 30 al 35%.
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El sector lechero no logró recuperar los lotes que se utilizan para pastoreo, no obtuvieron reservas de pastura, y el maíz destinado a consumo animal se está perdiendo, por lo que a finales del año pasado se registró una caída en la producción lechera del 20 al 30%, y se prevé reducir las vacas en ordeñe, generando otro 10 o 20% de caída, consignó la agencia Télam.
Incluso en un campo a unos 40 kilómetros al norte de Nogoyá, un productor halló a cerca de 20 vacas y toros sin vida y muchos otros ejemplares atrapados en pantanos al buscar un poco de agua y zona verde.
"No podemos sorprendernos", aseguró la Bolsa de Cereales, y comentó que las lluvias de las últimas semanas fueron solo un "alivio superficial" porque la sequía "se impone en forma generalizada" en toda la provincia. También la falta de precipitaciones a lo largo de los últimos tres años "hizo mella en las reservas profundas y en las napas freáticas", recordó la entidad.
Para Entre Ríos, un valor normal de lluvia acumulada entre los meses de junio y noviembre se ubica en 430 milímetros, un volumen muy superior a los 240 milímetros registrados en el 2022.
La entidad resaltó que el piso de la demanda pluvial para recomponer el perfil de humedad está en los 100 milímetros, aunque con lluvias de más de 70 milímetros algunas regiones podrán salir de la situación de sequía.
Además, diciembre fue un mes con lluvias lejos de los valores normales, en la mayor parte del territorio por debajo del 50% esperado e incluso con deficiencias más marcadas.
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Estas condiciones climáticas afectan el desarrollo de los cultivos generando plantas de menor tamaño, demoras en la fertilización nitrogenada, un retraso en el crecimiento, e incluso en sitios puntuales se detectaron pérdidas parciales y totales de lotes.
La peor situación se registra en el sur entrerriano, donde se encuentra más del 70% de los cultivos estivales y el déficit hídrico llega hasta un 81% menos que el promedio normal.
Finalmente, el organismo aseguró que el estado de los cultivos a gran escala "no permite ser demasiado optimistas", ya que se está ante un escenario "de extrema austeridad" en los niveles de producción.