La tranquilidad de uno de los barrios más lindos de Paraná, se alteró en las últimas horas, por la "movida" que están haciendo vecinos de Puerto Sánchez, que están reclamando en la Justicia, en la Municipalidad y en otros organismos, el cierre de un bar. Se quejan de ruidos molestos, consumo de estupefacientes y "exhibiciones obscenas" de los concurrentes y allegados al emprendimiento.
Puerto Sánchez: vecinos se oponen a la continuidad de bar
Este miércoles el grupo de vecinos que respalda a los denunciantes, hicieron saber a UNO, que la decisión del barrio es que el local comercial dedicado a la venta de bebidas, gastronomía y actividades culturales emergentes, no funcione más en esa parte de Paraná.
Uno de los vecinos notificó a UNO que por esta serie de situaciones, las personas que alquilan el predio para abrir el bar cultural, están muy mal de salud y angustiados por el conflicto suscitado.
Se alertó que todos los fin de semana "es muy preocupante lo que ocurre dentro del local. Desde el consumo masivo de estupefacientes, pasando por relaciones sexuales a plena luz del día o la noche, y otros desbordes y ruidos molestos que afectan la tranquilidad de Puerto Sánchez, compuesto por familias, gente grande y niños".
Se hizo notar que se acordó entre todos los vecinos, que el emprendimiento, tal como trabaja, no funcione más. "No queremos que sigan, les pedimos con respeto que se vayan de acá, ya que afectaron el barrio, embramaron a los dueños del terreno y además, esto se convirtió en tierra de nadie".
"La Policía viene, y pone paños fríos, y hay una denuncia que avanzó en Tribunales con una mediación entre los inquilinos y quienes les alquilan el predio que ya no quieren saber nada con ese bar", se añadió.
Por todo esto, es que desde este miércoles a la tarde se acordó entre los vecinos hacer una guardia permanente, y no permitir que el local comercial abra nuevamente. "Si es necesario, nos vamos a encadenar en la calle, pero este bar del relaje, no funcionará más en Puerto Sánchez. Se los declara personas no grata, a ellos y sus amigos".
"Si quieren que lo lleven con la marihuana y otras cositas, a otra parte de Paraná", resaltó otra vecina muy ofuscada, porque -según ellos-, la gente que se encuentra con este emprendimiento, cuenta con contactos muy importantes en el Poder Judicial.
"No nos importa que venga el Papa. Es un libertinaje lo que pasa dentro y fuera de ese bar, y no queremos que nuestros hijos vean como se mantienen relaciones sexuales en la playa o consumen estupefacientes, como si fuera algo natural y maravilloso", aseveró la vecina.
Vale destacar que los inquilinos argumentan que los supuestos dueños no cuentan con la titularidad del terreno ya que es un espacio público.