Una desbordante y contagiosa alegría se adueñó ayer por la tarde de la plaza del barrio Toma Nueva. El espíritu circense dominó las almas y corazones de los pequeños aprendices, que al ritmo de tambores ensayaron pasos, piruetas y volteretas, como muestra del aprendizaje del año.
Piruetas de alegría en el barrio Toma Nueva
Madres, padres y amigos se congregaron para acompañar, respaldar y disfrutar de momentos de sana diversión.
La colorida fiesta coronó la labor desarrollada durante el año, en el marco del Plan de Inclusión Educativa Emaús que lleva adelante Cáritas Paraná, en ese sector costero.
La iniciativa que tiene el apoyo del Ministerio de Educación de la Nación, contempla a un centenar de chicos entre los 2 y los 14 años.
Asistencia alimentaria, educación y recreación, forman parte de la estrategia en ese sector de riesgo social.
Mediante esta propuesta, los chicos reciben a diario una merienda fortificada, y durante la semana se intercala el aprendizaje en ajedrez, percusión y circo, con tareas de apoyo escolar. A la par, se integra a las madres con la oferta de talleres de costura.
La experiencia impulsada por Cáritas cosechó ayer el reconocimiento del barrio.