En la segunda jornada del juicio que enfrenta el exgobernador Sergio Urribarri en el marco de cinco causas acumuladas por supuestos hechos de corrupción, surgieron algunos contratiempos que demoraron el comienzo del debate. Se comunicó que el abogado Raúl Barrandeguy estaba afectado por síntomas compatibles con el Covid-19, por lo que debió ser hisopado para confirmar o descartar que se encuentre transitando la enfermedad.
Niegan que Urribarri haya hecho campaña con el parador
Esta situación modificó por completo la jornada de alegatos, ya que la mayoría de los abogados defensores mantuvieron contacto con Barrandeguy en la audiencia del lunes. Conforme a los protocolos vigentes los letrados fueron considerados contactos estrechos de un caso sospechoso, por lo cual se determinó que debían seguir el debate en forma virtual.
“En la audiencia del lunes, Rauli tenía un fuerte dolor en el pecho, malestar general, creo que no había dormido. En la noche del lunes lo hisoparon, para descartar que no sea positivo de Covid-19”, contó a UNO el abogado Marcos Rodríguez Allende.
Barrandeguy se atendió en el hospital San Martín, donde le recomendaron hacer reposo durante cinco días. A través de sus colegas de la defensa se entregó un certificado médico dando cuenta de su problema de salud.
El famoso parador
Atento a estas circunstancias la audiencia comenzó con la participación de los defensores a distancia, siendo el único abogado presente en el salón de actos Emilio Fouces. Con su alegato de apertura se dio inicio a una jornada que tuvo en el centro de la escena al exministro de Turismo Hugo Marsó, y al empresario y productor de medios de comunicación Gerardo Daniel Caruso. La defensa articuló su estrategia en base a dos ejes: primero, tratar de desacreditar la acusación de la Fiscalía contra el exministro Marsó, a quien se le atribuye la sustracción –junto a Urribarri– de 14.561870 pesos para la instalación, montaje y puesta en funcionamiento de un parador en Mar del Plata, durante enero de 2015. Los acusadores plantearon que esa estructura tenía como objetivo la promoción con fondos públicos de la precandidatura del actual embajador a la presidencia de la Nación Argentina.
Fouces refutó esa hipótesis diciendo que “no existía una campaña proselitista en marcha. La acusación, sin justificación, habla que el objeto del parador turístico, tenía un objeto distinto al que se planteó. Lo introduce a Marsó, diciendo que ‘interesó a Urribarri’. Era ministro de Turismo de Entre Ríos. Marsó promocionaba el turismo, proponía distintas acciones tendientes a promover su actividad, el turismo”.
De ese modo el eje de su exposición se enfocó en la función política de Marsó, la de promocionar las actividades turísticas de Entre Ríos, y que bajo esa premisa le propuso a Urribarri instalar un parador de promoción en la ciudad turística por excelencia en el país.
“Es un exceso decir que se hizo campaña política con el parador”, reprochó el profesional.
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La situación económica y familiar de Marsó también se ventiló durante la audiencia. Según Fouces “es un hombre que viene muy de abajo y que junto a su familia fundaron una empresa dedicada al transporte”. Sostuvo que siempre se dedicó a la actividad privada, y que en cierto momento de su vida “le pidieron que entre a la política”.
Para robustecer esa teoría sumó un segundo eje defensivo: Fouces dijo que se podrá acreditar que el desempeño político de Marsó “fue muy eficiente. Esa temporada turística fue una de las mejores para Entre Ríos”. En otra intervención nombró al vicepresidente de la Cámara Entrerriana de Turismo, Sebastián Bel, quien en ese entonces reivindicó la gestión de Marsó al frente de la cartera de Turismo.
“La acusación es brava”
Fouces también ejerce la defensa del empresario Gerardo Caruso, titular de la firma El juego en el que andamos que fuera contratada para promover la figura de Urribarri en el parador de La Feliz. El abogado rechazó las acusaciones en su contra, en especial aquella que lo señala como “el porteño que desvió no sé cuantos millones de pesos”. Se ocupó en todo momento de resaltar la trayectoria profesional de Foia –tal su apodo artístico– como productor en diferentes medios de comunicación de alcance nacional. “Ganó cinco Martín Fierro”, dijo ante los jueces.
Luego tomó la palabra el abogado Marcos Rodríguez Allende, quien le propuso al tribunal realizar su alegato el jueves en forma presencial. Tal moción fue acompañada por el resto de los letrados, y a la que finalmente accedió el cuerpo de magistrados.
Vale mencionar que será importante conocer el resultado del hisopado realizado a Barrandeguy, algo que podría mantener el esquema actual, que combina la presencialidad con la virtualidad.