El estado edilicio del Palacio San José, histórica residencia de Justo José de Urquiza, hoy Museo Nacional, está en franco deterioro y las críticas sobre la falta de mantenimiento se han acrecentado en los últimos meses ante la falta de respuestas de parte del Ministerio de Cultura de la Nación, organismo del cual depende de forma absoluta.
Los problemas del Palacio San José siguen sin hallar soluciones
El deterioro de sus paredes, la humedad que avanza sobre distintos espacios de la residencia, la pintura descascarada y las aberturas rotas y sin cuidado han generado quejas de parte de sectores vinculados a la cultura de Concepción del Uruguay, y también de parte de los visitantes que llegan desde distintos lugares del país.
Su director, Guillermo Minatta, acusó en las últimas horas que esta situación tiene un trasfondo político que cobra vitalidad en el marco eleccionario que vive el país, sin embargo, la situación ya tiene muchos meses sin las respuestas adecuadas.
“No sé porqué se la han agarrado con el palacio, es un año electoral, las fuerzas políticas han tomado al Palacio para trascender públicamente”, remarcó Minatta en una entrevista con LT 11.
De igual manera, el responsable del Museo Nacional señaló que la visión de los visitantes sigue siendo positiva y no profundizó sobre las evidentes falencias que presenta el edificio, que tiene más de 170 años.
“Estamos trabajando realmente muy bien, con la mitad del personal de lo que deberíamos tener, en un museo que no cierra ningún día de la semana, cosa que no es común para los museos nacionales”, resaltó.
En este sentido puntualizó que, de una planta de personal de 40 personas, la misma ha sido reducida a 20, “y con los mismos servicios”.
También adujo restricciones en materia económica, ya que “ hay un problema legal que no permite el funcionamiento que todos quisiéramos del Palacio San José. Se han limitado cosas como la cooperadora, que desde 2015 no puede recaudar más fondos por estar utilizando espacios de la Nación” señaló.
Por otro lado, Minatta destacó que fuera de los trabajos de reparación en el Patio de Honor, tampoco se está invirtiendo en infraestructura.
“Desde octubre de 2016 se está esperando la firma del expediente para autorizar reparaciones en la capilla y su sala adyacente. Están realmente mal y con mucha humedad; hubo un proyecto que se licitó una vez, pero que no se renovó” cerró.