En algunas aulas de Paraná sostienen que hay múltiples factores que provocan el aumento de la matricula de las escuelas nocturnas, aquellas que están destinadas a los jóvenes y adultos: la necesidad de conseguir un trabajo cuando las exigencias mínimas requieren del secundario completo; la suba de la cantidad de alumnos que repiten de año en las instituciones diurnas; las condiciones económicas con adolescentes que salen al mercado laboral a una temprana edad; o las madres jóvenes que se quedan afuera de las instituciones sobre todo cuando faltan jardines que contengan.
La necesidad de un trabajo agranda la matrícula de las nocturnas
Aumenta el número de jóvenes y adultos que estudian de noche: la repitencia y la situación económica están entre los principales factores
2 de marzo 2018 · 23:10hs
En los últimos años el crecimiento de la matrícula en las nocturnas es considerable. En 2007 había unos 7.000 inscriptos, para 2018 estiman más de 35.000. Ocurre que ayer terminaron los exámenes en el secundario diurno y en estos días se conocerá a la mayoría de los repitentes, muchos de los cuales, el lunes llegarán a algunas de las escuelas para jóvenes y adultos en la búsqueda de un banco y ahí se sabrá con más rigor cómo creció la matricula este año.
"Si miramos a estos últimos años hay un constante crecimiento. Se da por varios factores. Por un lado hay cuestiones que hacen el conjunto del sistema educativo a la hora de que hay chicos que no les está yendo bien en la escuela y por otra parte también crecieron las ofertas y las propuestas", dijo a UNO en director de Educación de Jóvenes y Adultos del Consejo General de Educación (CGE), Exequiel Coronoffo, quien contó que en estos días mantuvieron reuniones con gremios de la construcción y de otras ramas para que sus trabajadores puedan concluir el secundario. "Hay muchos convenios con organismos, sindicatos, municipios y gente que tenía resignada la culminación de sus estudios y ahora la empieza; todo esto incrementa la matrícula de un sector que antes no tenía acceso", agregó Coronoffo.
Reafirmó que además de los estudiantes que no pueden terminar el secundario en tiempo y forma, ahora también se agregan opciones que le permiten una posibilidad de concluir sus estudios. En estos días circuló, sobre todo en Internet, que el Plan FinEs (Finalización de Estudios) estaba pronto a concluir. Coronoffo sostuvo: "Hay muchas expectativas en el FinEs y en la provincia lleva 40.000 egresados desde 2008 y lo seguimos implementando. Mucha gente se inscribe y es otra propuesta que cubre las necesidades. Puede que alguna provincia o jurisdicción, no lo sé con exactitud, opte por no implementarlo este año, pero eso no quiere decir que el programa no siga". De hecho, explicó que con la unificación de los planes sociales Ellas Hacen y Argentina Trabaja, será el FinEs el que absorberá la nueva exigencia de la culminación de los estudios.
Pero también Coronoffo dijo que hoy, en el mercado de trabajo, con tantas necesidades y tan poca oferta, es casi nula la posibilidad de conseguir algo de manera formal sin tener el secundario completo. "Lo noto drásticamente", dijo y agregó: "Es por varias cuestiones. Por ejemplo, con la implementación de la Ley de Educación el secundario es obligatorio y si no se lo tiene, ni el Estado puede contratar a alguien. Es un momento particular, político e histórico, y cuando el trabajo no abunda, los empleadores se ponen más rigurosos y levantan los requisitos porque no sobran puesto y ahí esta la mano que podemos aportar desde la educación. La Secundaria terminada implica ingresar al universo laboral, es quedar adentro y no afuera de la sociedad".
Un espacio de contención que se encuentra en constante crecimiento
En la escuela Leandro N. Alem de la capital provincial, ayer desde las 19 un montón de jóvenes se acercaron a inscribirse y a realizar otros trámites. César Baudino es el rector de la institución, y el vicerrector es Mario Franco. Entre los dos hablaron del panorama de la educación desde la propia escuela nocturna.
Explicaron que si bien hubo altas y bajas, en 2010 la matrícula empezó a subir de manera considerable hasta 2016 y después inició una meseta pero siempre con muchos estudiantes. Ahora, en el último período creció la demanda de nuevo. Es que a la nocturna pueden ir aquellos que en la diurna repitieron cuarto y entonces pueden hacer quinto y sexto en un solo año, pero también deben ser mayores de 18 años y los de 16 también pueden pero luego de atravesar ciertos requisitos. El lunes tendrán los números más claros de este 2018 en esta escuela, pero en 2016 ingresaron 290 alumnos y en 2017, 350. "Este año también viene grande", dijo Baudino.
También hablaron de las condiciones sociales y ahí pusieron el centro en jóvenes que estudian de grandes porque debieron salir a trabajar de chicos, porque cuidaron a sus hermanos, porque repitieron, por sobreedad, porque hay chicas que tuvieron a sus hijos mientras cursaban la escuela y porque hasta la violencia de género termina por dejarlas afuera del sistema educativo. "En la escuela nocturna, lo que faltan son jardines maternales, porque las jóvenes madres vienen dos o tres semanas y después no lo pueden sostener", agregó Baudino.
De los alumnos que trabajan, el 98% lo hace de manera informal, muchos en cadeterías o en la construcción. Pero también contaron que muchos de los que egresan luego sigue estudios terciarios y universitarios.
Los directivos hablaron de la falta de políticas sociales y sindicales para incentivar finalizar la escuela.