Marcelo Medina / Redacción de UNO
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Karlic, enojado con la prensa y la Justicia por el caso Ilarraz
El cardenal Estanislao Esteban Karlic está ofuscado con los medios de comunicación y con la Justicia por el tratamiento que recibe el caso que involucra al sacerdote Justo José Ilarraz, acusado por exseminaristas de abuso sexual.
Fuentes judiciales informaron a UNO que a través de una nota, Karlic le informó al juez de Instrucción Alejandro Grippo que su declaración será por escrito, tal como lo estipula el artículo 250 del Código Procesal Penal. Pero hizo dos observaciones: primero señaló, al igual que el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, que recién comparecerá ante la Justicia cuando se resuelva la prescripción de la acción penal. En segundo lugar aclaró que su declaración llegará una vez que el fallo esté firme. “Esta actitud obviamente no colabora con el debido proceso y la celeridad procesal para que se llegue lo más rápido posible al esclarecimiento del hecho”, dijo a UNO Milton Urrutia, abogado de cuatro de los siete hombres que denuncian haber sido abusados sexualmente por el cura Ilarraz cuando estudiaban en el Seminario. El profesional se preguntó: ¿Qué sabe Ilarraz de Puiggari y Karlic para que lo sigan protegiendo? Ellos siguen operando a favor del encubrimiento”.
Llama la atención que Karlic y Puiggari se amparen hoy en la prescripción, que es el remedio procesal que le otorga la ley penal a Ilarraz, cuando en la investigación diocesana realizada en 1995 por la Iglesia, ellos confirmaron con sus firmas los abusos a menores. En ese expediente declararon algunas de las víctimas y sacerdotes (Emilio Senger, Luis Jacob, Pedro Barzán y Eduardo Jacob). También tomaron intervención los curas Silvio Fariña y Alfonso Frank. Por si quedan dudas, hay que leer la sugerencia del padre Luis Zanitti –recientemente fallecido– quien dijo que había elementos suficientes para elevar la causa a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Es dable señalar que Puiggari y Karlic no estarían encolumnados con la línea del papa Benedicto XVI, quien fijó modificaciones a la ley Canónica en lo relacionado a los delitos sexuales para que sean imprescriptibles: Dispensa de Prescripción.
“En la última audiencia del 7 de setiembre, entre una de las víctimas y Puiggari, el arzobispo le prometió que para octubre Ilarraz no sería más sacerdote; le mostró unos papeles en blanco que afirmó le habían enviado de Roma”, precisó Urrutia.
Enojado con los medios
Buscando movilizar la llegada que tradicionalmente tuvo a directivos de diversos medios de comunicación, la cúpula eclesiástica estaría intentando que publicaciones gráficas, radios, canales de televisión y sitios digitales dejen de tratar el caso Ilarraz, contaron a UNO por separado allegados a la Iglesia y al Poder Judicial.
Los motivos de la nota enviada a la Justicia son la difusión “escandalosa” del caso. Una víctima dijo a UNO ayer: “Karlic me dijo en una charla en el Seminario –mientras preparaba café–que me quedara tranquilo, que había costado, pero Justo Ilarraz le reconoció sus aberrantes crímenes”, y agregó: “Ahora que tenemos la posibilidad de lograr justicia quiere que guardemos silencio”. El joven que hoy denuncia a Ilarraz aseguró que en 1995 le hicieron jurar en una Biblia, bajo pena de excomunión, que no contara nada. “Hoy tenemos la posibilidad de que las personas malas se vayan de la Iglesia” sentenció.
Maulión molesto
UNO pudo conocer que el arzobispo emérito de Paraná, Mario Maulión, estaría molesto porque en la curia no le comunican sobre las citaciones que le envía la Justicia. Maulión, quien está viviendo en la congregación del Padre Ignacio en Rosario, le habría manifestado a sus allegados su malestar porque siente que lo dejan de lado.
El fiscal Ramírez Montrull viaja hoy a San Miguel de Tucumán por los abusos
El fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull, que investiga los múltiples casos de abusos denunciados en la causa Ilarraz, adelantó que llegará hoy a la ciudad de San Miguel de Tucumán. Montrull quiere saber si hubo casos similares en Monteros durante la actividad del sacerdote en el sur tucumano.
En caso de que en los últimos años haya existido un caso de pedofilia en la localidad de Monteros, podría considerarse una causal de interrupción del plazo de prescripción y el sacerdote paranaense podría ser investigado. Ilarraz había sido acusado a principios de la década del 90 por unos 50 abusos en el Seminario Menor de Paraná, las cuales quedaron dentro del ámbito de la Iglesia y salieron a la luz en una investigación publicada por la revista Análisis. El cura estuvo a cargo de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en el barrio Ñuñorco de esa ciudad tucumana, hasta mediados de setiembre, cuando estalló el escándalo de supuestos abusos en Entre Ríos y, coincidentemente, solicitó licencia por razones de salud. Sucede que, en caso de que en los últimos años haya existido la comisión de un nuevo abuso, podría considerarse una causal de interrupción del plazo de prescripción de 12 años que establece la legislación, de acuerdo a la explicación brindada por el fiscal.
“Si hubo otro hecho, interrumpe el plazo de prescripción y empieza a correr de nuevo”, explicó hace unos días Ramírez Montrull. El fiscal se reunirá con un joven amigo de Ilarraz que está a punto de ser juzgado por abuso de menores.