"Mi escuela es la número 15 del ejido sur de la ciudad de Diamante", contó el director del establecimiento rural José Manuel Estrada ubicado en la zona de la Azotea.
Hernán Ariel Sian fue reconocido con el premio Maestro Manuel Antequeda
Con sus chicos de la institución del ejido sur de Diamante, recolectan plásticos que tiran los vecinos en el sendero que transitan y los reciclan.
9 de septiembre 2018 · 17:58hs
El nombre de Hernán Ariel Sian trascendió esta semana porque su proyecto Guardianes del Camino fue reconocido, por la provincia de Entre Ríos, con el premio Maestro Manuel Antequeda.
"Tuve la suerte de llegar justo al lugar donde hice mi educación primaria, una satisfacción muy grande poder acceder al cargo de director aquí. Después de 37 años de haber egresado como alumno de 7° grado, volví siendo su director".
—¿Debió ser muy emotivo para usted?
—La verdad fue inesperado. Volver a mi escuela, donde correteamos tanto de gurises, aprendimos las primeras letras, números, mi zona, mi barrio, fue muy emotivo. También fue emotivo encontrar la escuelita en las condiciones que estaba. Una tormenta en 2016 le había ocasionado daños y se le había volado el techo. Mobiliario, archivo, documentación estaban deteriorados, había quedado muy poco para su uso. Así que encaramos este desafío grande con los docentes y los papás de los chicos para reconstruir un poco todo y rescatar lo que se pudiera y comenzar a trabajar para volver a tener la escuelita. Hoy está bastante linda, ya pintada, todo con esfuerzo y sacrificio.
—¿Es difícil acceder hasta el establecimiento?
—Sí, porque además de los problemas de la escuela, el proyecto surgió a partir del camino que tienen que recorrer los chicos.
Lo primero que vi cuando llegué fue el edificio, pero como yo conozco la zona –nací ahí– ya sabía en las condiciones que estaba el trayecto antes de que empiecen las clases.
Así que empezamos a ver cómo solucionar eso. Hablamos a Departamental, al municipio para abrir el camino porque estaba cerrado, sólo quedaba un sendero donde los chicos con las familias iban caminando y son aproximadamente 5 y 6 kilómetros de ida y vuelta.
Así que con la escuela iniciamos un proyecto para después, con los alumnos, crear la conciencia de mantenerlo limpio junto a sus familias y poder llegar a la demás gente de la comunidad. Evitando la desidia de los vecinos de la zona y difundiendo la idea de no ensuciar, de mantener el ambiente y con eso trabajar la idea de reciclado de las cosas.
Que en vez de tirar se puedan reutilizar. Por ejemplo se pueden hacer macetas, alcancías, todo en base al plástico, a las botellas que es lo que más encontramos.
—¿Tiran mucha basura los vecinos?
—Sí, han tirado mucho. Supongo que antes porque el camino estaba un poco abandonado. Como era imposible acceder, la gente no pasaba por ahí por las condiciones del sendero, entonces muchos tiraban sus residuos aprovechado que la planta de tratamiento está cerca. Pero bueno, eso se mejoró un montón, si bien por ahí encontramos algo de basura tirada, se limpió mucho. Todo esto que trabajamos con los chicos en la parte práctica, lo llevamos después al aula en forma transversal con los contenidos de ciencias, matemática, lengua, artes porque se trabajó también en plástica, música; todo el Nivel Inicial está pendiente de este trabajo que son Los Guardianes del Camino.
—¿Cuántos alumnos tiene la escuela?
—Este año, por el esfuerzo que se hizo –de dar a conocer el proyecto, mejorar la imagen y rescatar el edificio– duplicamos la matrícula. El año pasado tuvimos entre 10 y 12 chicos y hoy tenemos 27 alumnos. Desde jardín de 4 y 5 años, a todos los grados del ciclo primario completo.
—¿Tienen comedor?
—Sí, tenemos el servicio de comedor, damos el almuerzo en el horario que tenemos de clases, en época invernal de 12 a 16 y en primavera se retoma el horario matinal de 8 a 12. Ahora, antes de que los chicos se retiran les ofrecemos la merienda. Son los dos servicios que le brindamos. Historia "Empecé mi carrera en el año 88, tengo más de 30 años de servicio en la docencia y he vivido distintas realidades. Todas muy diferente y cada una ha quedado en mi corazón".
—¿Por qué eligió la docencia?
—Para mí viene con uno. Motivada de chico por otros maestros y mis padres que me dieron la posibilidad de estudiar. Y después fui descubriendo que era lo mío. Entendía que siendo el maestro de la escuela podía hacer muchas cosas.
—¿Siempre fui maestro rural?
—Comencé en Islas del Ibicuy en el año 88 en una escuela muy chiquita ubicada en la zona de Médanos y Ceibas. Allí trabajé 15 años como docente hasta el año 2002. Después, por cuestiones de familia, me vine más cerca de mi pueblo. Trabajé en el Departamento Diamante pero en la zona del distrito Doll y después me vine más cerca al distrito Costa Grande, sobre la ruta pero siempre en zona rural. Desde 2017 estoy en la escuela N°15 José Manuel Estrada, más precisamente en la Azotea que es el lugar donde yo nací.
—¿Cómo son sus alumnos?
—Para describirlos de una manera general, son maravillosos. Unos chicos que a pesar del sacrificio que hacen, de recorrer todos los días caminando 5 kilómetros para ir y venir a la escuela, llegan con una sonrisa, con ganas de hacer, alegres, te abrazan. Son chicos muy adorables, verlos llegar junto a su mamá y sus hermanitos da mucha alegría. Siempre lo hablamos con las colegas, que con todo lo que andan, son unos alumnos bárbaros y sus familias también.
—¿Se alegraron por su distinción?
—En la escuela me recibieron con aplausos, abrazos, fue muy emotivo. Muy lindo. Apenas llegué los chicos cruzaron el portoncito para venir a saludarme.
—¿Siempre se sintió acompañado? Más allá del reconocimiento que le brindaron desde la provincia.
—Absolutamente, las comunidades donde trabajé siempre me integraron. Desde mis primeros pasos en Islas del Ibicuy donde aún mantenemos contacto, nos visitamos.
—¿Cuál es la mayor satisfacción que alcanzó de sus alumnos?
—He tenido tantos alumnos. Pero sé que algunos estudiaron de maestros, otros siguieron computación, también están trabajando en las fuerzas de seguridad. —Ahora alguno se va a interesar por la ecología. —(Se ríe) Seguro, uno de ellos va dedicarse al ambiente.
La escuelita de la Azotea
En la escuela N°15 José Manuel Estrada hay tres maestros permanentes. La maestra de nivel Inicial, la maestra de ciclo y el directivo.
"Después tenemos algunas horas de estético expresiva como son hora de Música, Artes Visuales y Educación Física, una vez a la semana cada uno de ellos. Como estoy cerca de mi casa, no vivo en la escuela sino que voy todos los días. Incluso los fines de semana me doy una vuelta para hacer algún trabajo o acomodar las cosas. Ahora viene la época de arreglar la escuela, pintar, trabajar el jardín. Mañana (por el jueves pasado) comenzamos con la instalación del cerco perimetral nuevo, donado por un vecino. Toda esta semana vamos a estar haciendo a toda hora un trabajito por la escuelita. Todo con mucho orgullo", describió.
La familia de Ariel está integrada por su señora que también es docente y una hija radióloga. "Somos poquitos en casa pero tengo un grupo de gente maravillosa en todos lados. Estoy feliz por sentirme tan identificado con la comunidad", expresó. Sobre la distinción, Sian explicó que mañana viaja a Buenos Aires donde el martes –Día del Maestro– representará a Entre Ríos en las distinción Maestro Ilustre que se entrega a nivel nacional. Este reconocimiento se implementó hace varios años y reconoce a un docente por provincia para celebrar el Día del Maestro recordando a Domingo Faustino Sarmiento. De esta manera, cada jurisdicción del país propone candidatos elegidos por su desempeño profesional, con un perfil social, que luego son premiados por el Ministerio de Educación de la Nación