Esta situación provoca daños en los terrenos que no están preparados para resistir el peso de los vehículos, mucho menos después de una lluvia.
Esto demuestra la actitud desaprensiva de los conductores, como también el descontrol que es el tránsito los fin de semana con la ausencia normal de inspectores todos los domingos a la mañana en el Parque Urquiza.
Uno de los lectores, escribió: "Los que van a la Iglesia del Carmen, estacionan arriba de los canterios, total tienen plata y saben que Dios los perdonará".