A la sede de la cartera laboral habían sido convocados más de 150 representantes de empleadores de la capital provincial, agrupados desde las grandes cadenas comerciales, el Centro Comercial, hasta pequeños autoservicios, corralones y distribuidores mayoristas.
El
Día del Empleado de Comercio fue instituido mediante Ley Nº 11.729, y en realidad es el 26 de septiembre, pero cada año se propone acomodar hacia el lunes, que es el día de menor actividad comercial, para precisamente favorecer que los trabajadores puedan celebrar su día sin concurrencia a sus trabajos.
Por la Ley de Desregulación Económica de los años 90 los comercios están facultados a abrir, siempre y cuando abonen a los trabajadores como un feriado nacional, porque así lo establece el Convenio Colectivo de Trabajo.
Es decir que si son requeridos por los empleadores, y deciden concurrir a trabajar, deberán percibir el pago doble del día trabajado. No podrá recibir un franco compensatorio, sino que deberá percibir el pago al 100% del haber de ese día. En cambio, los locales podrán abrir sus puertas si son atendidos por sus dueños.
Situación La fecha coincide con un contexto laboral y económico crítico por la recesión existente en la actividad.
Desde el sindicato habían advertido a
UNO que en los últimos dos meses comenzó a observarse un incremento en los despidos en los rubros más afectados por la caída de
consumo, como aquellos vinculados a la venta de electrodomésticos o de indumentaria, por ejemplo.
En la capital provincial se estima que la cantidad de trabajadores de comercio en blanco son alrededor de 6.500, mientras que en la provincia se calcula en unos 20.000. El comercio es uno de los sectores que mayor mano de obra demanda en la provincia.