En Paraná hay una plaza en donde se trabaja con libertad porque los puesteros que integran la feria ocupan el lugar en forma gratuita con el único requisito de respetar el lugar de los más antiguos.
En Paraná hay una plaza en donde se trabaja con libertad
La comunidad se encuentra todos los fines de semana en la plaza Francisco Ramírez, ubicada entre las calles Almirante Brown, Soler, Esquiú y Vicente López y Planes de Paraná, y ponen sus productos a la venta. Se consigue indumentaria, zapatillas, juguetes, comida, plantas, productos cosméticos, de todo.
La seguridad la manejan entre las puesteras y los puesteros que se alertan si observan movimientos sospechosos.
"Es una feria de emprendedores en la que vende el que trabaja, el jubilado, las familias enteras; es libre y gratis. A todos les sirve y los ayuda económicamente", reconoció a UNO Dora Torres, referente de la comunidad.
En su gran mayoría, los clientes, son trabajadores que compran ropa de trabajo. Un jeans se consigue a 50 pesos.
Ahora es la época de las camperas y los buzos. Algunos puestos ofrecen zapatillas de niños nuevas y también usadas. Son muy demandadas porque los precios rondan los 100 pesos.
Familias enteras van a la feria, están todo el día, y cuando vuelven a casa pasan por el supermercado a comprar leche y comida.
La historia comenzó hace cinco años con muy pocos feriantes. Luego de un año Dorita fue una de las mujeres que realizó el censo para tener números concretos.
Eran 300 puesteros y llegaron a circular unas 2.000 personas por día. Hoy hay más vendedoras y vendedores en relación directa con la crisis económica que vive el país.
Uno de los deberes que cumplen es dejar los juegos, para los niños, libres, sin ropa.
Lo que necesitan en forma urgente son baños químicos para las miles de personas que transitan la plaza durante muchas horas.
Para contar sus necesidades se acercaron tres veces a la Municipalidad de Paraná para hablar con el intendente Sergio Varisco pero nunca los atendió.
Las mujeres, los hombres y sus hijos que van a la plaza a vender necesitan que se les reconozca que tienen la fuerza de voluntad de armar el puesto.
En definitiva son vecinos de la capital de la provincia que luchan por mantener la cultura del trabajo que muchas veces tanto se demanda.