La Diplomatura en Fiesta Popular del Carnaval Regional se dictó en la segunda mitad de este año, y generó fuerte repercusión en ámbitos académicos y atrajo a estudiantes de distintas provincias, al ser la primera oferta de este tipo en el país.
Comenzó el 12 de agosto, con la modalidad de dictado semipresencial: consistió en cursado y aprobación de cuatro talleres y tres seminarios obligatorios, más la elaboración y aprobación de un trabajo final integrador. Las jornadas presenciales fueron cada 15 días, los viernes y sábado, con el propósito de alcanzar las 136 horas; el resto, 184 horas para los trabajos de talleres y estudios teóricos, a través de las aulas virtuales.
La Diplomatura no es una carrera universitaria, sino una especie de capacitación.
"Surgió para la profesionalización de los operarios de los talleres, en el marco de una universidad cuyo sello es la territorialidad, acercarse a la comunidad y profesionalizar el entorno", había explicado a UNO el profesor Albanece. "El carnaval constituye, más allá de un hecho artístico y teatral, una industria cultural que necesita fomentarse, hay mucha gente que vive de esta industria, y por tanto se necesita más capacitación", planteó.
A modo de balance, con motivo del cierre de la primera cohorte, Albanece celebró el éxito de la propuesta académica y consideró: "El crecimiento del Carnaval de
Gualeguaychú tuvo su punto de inflexión a fines de la década de 1980 y principios de los 90, cuando los principales hacedores estudiaron carreras universitarias afines y fueron pasando sus conocimientos a través de talleres de perfeccionamiento. Sí, los carnavales crecieron con licenciados; y por eso valoro esta apuesta de la Uader, para aportar a la preservación y el crecimiento de una fiesta del pueblo, porque la cultura no es un aditamento superfluo; la cultura es lo que nos hace humanos".
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