El Tribunal Oral Federal Nº 2 (TOF2) de Rosario desarrolló este lunes una nueva audiencia testimonial en el juicio oral y público por la llamada Masacre de calle Juan B. Justo en la ciudad bonaerense de San Nicolás en la que declararon miembros de la familia entrerriana Amestoy y Manuel Gonçálves, el único sobreviviente del sangriento ataque perpetrado por la dictadura militar en la que murió la madre de Gonçalves, Ana María Granada, y el matrimonio nogoyaense Amestoy-Fettolini y sus dos pequeños hijos.
Declaró el único sobreviviente de la Masacre de calle Juan B. Justo
Ante el Tribunal testimoniaron Mario Alfredo y Miguel Ángel Amestoy, hermanos de Omar Amestoy, asesinado durante aquel operativo conjunto de fuerzas militares y policiales que asaltó una vivienda ubicada en esa calle a la altura del 600, en la madrugada del 19 de noviembre de 1976.
En el procedimiento fueron asesinados el matrimonio conformado por Omar Amestoy y María del Carmen Fettolini y sus dos pequeños hijos, Fernando (5) y María Eugenia (3).
También fue asesinada Ana María Granada, madre de Manuel Gonçalves, el único sobreviviente de la masacre –tenía 5 meses de edad al ocurrir el ataque–, y a quien se le restituyó su identidad luego de 19 años, tras haber sido entregado a otra familia, debido a la búsqueda de las Abuelas de Plaza de Mayo.
En la audiencia que se desarrolló en el Concejo Deliberante de San Nicolás, Gonçalvez, de 35 años de edad, dijo ante los jueces que sus padres “fueron perseguidos por la dictadura militar, incluso desde antes del golpe de 1976”. Manuel dijo que su padre fue secuestrado años antes del golpe de Estado.
Además relató que tanto su padre como su madre “eran militantes de la Juventud Peronista en la zona bonaerense de Garín y Escobar”, donde realizaban tareas como alfabetizadores.
“Es claro que a ellos los perseguían por su militancia social y así lo confirma la documentación de inteligencia de la Policía bonaerense”, aseguró.
Luego, al contar sobre lo sucedido en la Masacre de Juan B Justo, Gonçalves dijo que todo “lo pude ir reconstruyendo en estos años. Sé que en la casa había seis personas, entre las que se encontraba mi mamá, y que en la madrugada de ese día -19 de noviembre de 1976-, la casa fue atacada y se produjo un quíntuple homicidio”.
“Ese ataque marcó mi vida, porque perdí a mi mamá y también mi verdadera identidad”, remarcó Manuel, quien tras aquel sangriento episodio dijo que fue llevado al Hospital San Felipe (de San Nicolás) “a donde llegué con problemas respiratorios”, indicó.
Previo a la audiencia, Goncalvez reveló a la agencia Télam que se salvó de la balacera y los gases lacrimógenos que arrojaron en su casa, porque su mamá lo introdujo en el interior de un placard.
“Me tapó con colchones y varios almohadones y por eso me salvé de los gases, pero igual casi muero asfixiado y llegué al hospital con problemas respiratorios”, explicó.
Después de varios meses en ese establecimiento asistencial, Manuel dijo que fue dado en adopción.
Afirmó que “la policía sabía que en la casa de Juan B. Justo había tres niños, eso quedó probado”, dijo Goncalves, para quien en el ataque actuaron “más de 40 hombres” uniformados.
El único sobreviviente de la masacre, también le destacó al Tribunal Oral la actuación que tuvo Ana María Granada y su papel como madre. “Mi mamá tenía 23 años y estaba embarazada de mí, fue perseguida y se bancó un parto en las peores condiciones de vida”.
Los jueces escucharon con suma atención la parte de su relato en la que Manuel describió el momento en que años después de la masacre, en el marco de la reconstrucción de su vida y seres queridos, pasó por el frente de la casa ubicada en Juan B. Justo al 600, e intentó saber qué sabían los vecinos de sus ocupantes.
Una mujer le dijo que siempre se habían preguntado “qué sería de aquel bebé que sacaron vivo de la casa”, tras el ataque. “Yo no sabía qué decirle, hasta que me animé y le dije: yo soy el bebé que estaba en la casa”, tras lo cual la señora lo abrazó emocionada.
Por su parte, Omar Amestoy dijo a Télam, tras prestar declaración testimonial ante el Tribunal: “Tenemos sed de justicia, no de venganza. Todos sabemos lo que pasó, todo el mundo lo sabe. Mi familia fue masacrada, pero tenemos absoluta confianza en la justicia”.
Por los hechos de la Masacre de Juan B. Justo están imputados y procesados el ex jefe militar de la zona, Manuel Fernando Saint Amant; el coronel retirado Antonio Federico Bossié, jefe de Operaciones del Área 132 durante la última dictadura, y el ex comisario jefe de la delegación San Nicolás de la Policía Federal, Jorge Muñoz.
Fuente: Télam