Algunos aspectos sociales, culturales y sanitarios se venían manifestando en los últimos años, pero la irrupción y permanencia hace dos años del coronavirus y su impacto acarreó una profundización de tendencias.
Creció un 20% la cantidad de muertes en 2021, y se desploman los nacimientos
Por Daniel Caraffini
Como era previsible, si bien el Covid-19 apareció y cambió el mundo desde 2020, las consecuencias iban a empezar a sentirse con mayor notoriedad, y también crudeza, a medida que transcurrieran los meses. Y ello fue lo que ocurrió durante 2021.
De los primeros datos extraoficiales provenientes de registros oficiales a los que accedió UNO, se desprende por un lado que en la provincia, la cantidad de fallecidos en 2021 fue la más alta del siglo: se incrementó un 20% con respecto a 2020, en tanto que si se lo compara con el último año prepandemia (2019), la brecha se amplía a un 25%.
Por otro lado, se agudizó aún más la tendencia a una menor tasa de natalidad, en coincidencia con un fenómeno nacional. Cada vez hay menos nacimientos, pero lo significativo es el volumen de esa merma: en solo cinco años se redujeron casi un 40%.
Ambos fenómenos pueden distinguirse, con causas particulares, algunas estructurales y que con claridad superan a la pandemia. Aunque no podrá dejar de soslayarse el impacto que en ambos índices pudo haber ocasionado la pandemia mundial.
Los números finales que podrían registrar incluso algunas exiguas modificaciones –debido a ingresos pendientes por inscripciones manuales–, queda en evidencia tanto el escenario de dolor y duelo que atraviesa la humanidad provocada por tanta muerte a lo largo del año, como la angustia e incertidumbre por el futuro.
El año que pasó fue el de mayor decesos en la provincia en lo que va del siglo.
De acuerdo con los datos preliminares que obran en el Registro Civil de Entre Ríos, en el año que pasó se registraron 13.258 defunciones. La cifra representa un incremento del 20% respecto de un año atrás, cuando había irrumpido el Covid-19, con 11.008 fallecimientos.
Durante el primer año de convivencia con la pandemia (2020), la tasa de mortalidad en la provincia no tuvo una variación significativa, y se mantuvo conforme la tendencia de las últimas dos décadas, con incrementos anuales que oscilaron entre un 2% y un 5%, conforme la tendencia que puede observarse en las estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación.
Mientras en 2020 hubo 11.008 entrerrianos fallecidos, en 2019 habían sido 10.565.
En 2018 hubo 10.745; en 2017, la cantidad de decesos había sido de 10.213; en tanto que en 2016 se registró el número más alto de la década en la provincia: fueron 11.101. En la primera parte de la década hubo leves variaciones: 10.265 en 2015, en 2014 9.824, en 2013 10.065, en 2012 fueron 9.667 y en 2011 10.019.
En la primera década del siglo XXI la cifra estuvo siempre debajo de los 10.000, a excepción de 2007, con 10.194.
Las estadísticas públicas acerca de las causas de los decesos durante este año, e incluso de las correspondientes en 2020, se conocerán con el tiempo. Las últimas brindan un panorama sobre la realidad de 2019.
De todos modos, hay algunas situaciones que pueden inferirse en relación al incremento interanual dado entre 2020 y 2021. Por un lado, las muertes por Covid se cuadriplicaron este año, más allá de la llegada de la vacuna y el avance de la campaña de vacunación.
Hasta la actualidad fallecieron con Covid-19 unos 2.500 entrerrianos desde el inicio de la pandemia, poco más de 500 sucedieron en 2020.
Por otro lado las flexibilizaciones de las restricciones sanitarias y la gradual normalización de la movilidad social elevó los índices de siniestralidad vial, por ejemplo. En 2020, los muertos por accidentes de tránsito habían disminuido fuertemente como consecuencia de la prolongada cuarentena.
Cuando se puedan conocer con precisión las causas de muerte, las autoridades sanitarias estarán en condiciones de diagnosticar y evaluar lo acontecido con patologías estructurales, causantes de mortalidad, como las distintas enfermedades del sistema circulatorio o respiratorio, los tumores malignos, traumatismos o suicidios, entre otras.
Crecimiento poblacional
Tal como se apuntó, al mismo tiempo que se da un leve incremento de la cantidad de decesos cada año, se registraba una tasa de mortalidad en disminución ya que la población crece, al menos por ahora, a un ritmo similar o incluso mayor a esas pérdidas, e incluso hay un envejecimiento de la sociedad debido al aumento de la esperanza de vida, que en mujeres es 81 años, y en hombres 75.
De todos modos, ese ritmo de crecimiento de la población viene disminuyendo cada año. Y tanto en 2020 como en 2021 hubo un fuerte desmoronamiento de la cantidad de nacimientos en la provincia.
En 2021 los datos preliminares reflejan que fue el año con menos nacimientos del siglo: hubo 16.585, debajo de los 17.212 registrados en 2020.
Como datos de contexto, marzo fue el mes con la llegada de más bebés a la provincia: 1.712, seguido por abril con 1.574. En el calendario que pasó los meses con menos nacimientos fueron diciembre (1.205) y agosto (1.244).
La natalidad viene en caída significativa en las últimas cuatro décadas. La tendencia se ha marcado en UNO en anteriores notas periodísticas. Y evidentemente se trata de una situación que se viene acelerando.
Si se compara la estadística anual de 2021 con apenas seis años atrás se observa una reducción del orden del 40%: en 2015 hubo 23.572 nacimientos.
Hasta 2018, y a lo largo de esas casi dos décadas, la cifra de cada año estuvo siempre por encima de los 20.000.
Cambios sociales y culturales muy profundos inciden en la tasa de natalidad; la incertidumbre cada vez más propia del mundo en que vivimos también parece desalentar los nacimientos.
Tendencias
* En el siglo XXI, 2016 había sido el año en que se contabilizaron más fallecimientos: fueron 11.008. Mientras que en la primera década siempre estuvo por debajo de los 10.000, a excepción de 2007.
* Los nacimientos cayeron un 40% en seis años: en 2015 hubo 23.572. La tasa de natalidad se redujo a un 15%. Hace 20 años era del 22%.