La inflación no da tregua e impacta en el consumo. A pocos días de conocerse que en enero ascendió al 6%, de acuerdo a lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), consultoras privadas estiman que en febrero podría ubicarse entre un 5,5% y un 7%.
Consumo: "La gente compra lo justo", advierten almaceneros
El consumo viene en caída tras las subas de precios
En este contexto, el INDEC difundió además este jueves que el costo de la canasta básica total (CBT), que además de alimentos incluye otros rubros como indumentaria y transporte –pero no alquiler de vivienda–, subió 7,2% el mes pasado, y una pareja con dos hijos necesitó percibir ingresos por 163.538 para no estar debajo de la línea de pobreza. Es más del doble que hace un año, cuando se necesitaban 78.624 pesos para que una familia no sea considerada pobre.
En tanto, el costo de la canasta básica alimentaria (CBA) también subió 7,2%, por lo que la misma familia tipo requirió ingresos de 72.043 pesos para no caer en situación de indigencia.
En un país en que el 37,7% de la población es pobre –cifra que también reveló el INDEC la semana pasada–, los datos evidencian que la caída del poder adquisitivo es una realidad que golpea cada vez a más hogares a nivel país, y el panorama no es alentador, por lo menos en el corto plazo. Sobre este punto, Mario González, propietario de un minimercado de calle Guido Spano, en Paraná, aseguró a UNO: “Hoy en día la gente consume lo justo”.
Sobre esta retracción en el consumo, contó a UNO: “Compran lo del día porque se nota la falta de plata. No es como antes, que los clientes hacían provistas para una semana o un mes. Y actualmente usan muchísimo más la tarjeta de crédito para adquirir alimentos. Nosotros tenemos un solo pago porque no podemos financiar, pero les sirve igual porque pasan pago al mes siguiente”.
Con respecto a las subas de precios periódicas de la mercadería, el comerciante analizó : “Es lo normal en este país que aumenten las cosas todo el tiempo. Nosotros anhelamos que no haya más incrementos, que vuelva la época en que podamos sacar afuera carteles con ofertas para que la gente compre más, pero hoy por más que saque una oferta no se vende mucho más, porque realmente se nota que estamos más pobres”.
Asimismo, sostuvo: “A los aumentos de las cosas los frena la caída del consumo, sino subirían más. Porque en nuestro rubro todo depende también de la oferta y la demanda”. “Los precios de frutas y verduras se mantienen más o menos, más allá de las subas estacionales por la sequía y demás, porque no hay mucha demanda y es mercadería perecedera”, explicó, y añadió: “La carne aumentó en estos últimos 15 días y nosotros, en los comercios de cercanía, no tenemos Precios Populares”.
Acerca de este punto, González indicó que se ven afectados por no estar contemplados por los programas que promueven valores más económicos en productos puntuales, que alcanzan por lo general a las cadenas de supermercados más grandes. “Este último par de años ha sido terrible. Nos conformamos con poder pagar sueldos y cumplir con la parte impositiva, eligiendo qué impuesto pagar y cuál postergar; de los gastos fijos ni hablar. Y muchas veces perdemos rentabilidad porque si nos pasamos en los precios, por más que el proveedor nos aumente a nosotros, no vendemos”, aseveró.
LEER MÁS: Indec: una familia necesita 163.538 pesos para no ser pobre
En este contexto, lamentó: “Hoy no podemos progresar: si uno pensaba en cambiar una heladera, arreglar un piso o algo del local, es imposible. Hemos tenido situaciones de crisis, pero nunca como ahora. La gente está muy apesadumbrada, está como triste. Y en el caso de los independientes, tenemos que pelearla solos, porque nadie nos da una mano, por más que seamos los que generamos puestos de trabajo”.
Mario Sarli, integrante del Centro de Almaceneros de Paraná y comerciante de la zona sur de la ciudad, coincidió en que “la mayoría de la gente compra para el día a día”, si bien reconoció que las ventas en su local tuvieron un repunte este mes, pese a las persistentes subas de precios de los alimentos.
En torno a este tema, manifestó: “Los aumentos son constantes. Sigue aumentando periódicamente la mayoría de las cosas, y mucho más que lo que dice el INDEC, que toma como referencia los Precios Justos y no todos tienen acceso a esos productos”.
En este marco, afirmó que “la carne aumentó más del 40%, y un kilo de cortes especiales de ternera está entre los 2.000 y 2.200 pesos”, y refirió: “Las bebidas han subido bastante. Las aguas saborizadas, por ejemplo, tuvieron un incremento de un 10%; los vinos de alrededor de un 15%, que se suma a los aumentos que ya habían tenido el año pasado: un vino de gama media a baja anda hoy en los 500 pesos. Las cervezas subieron todas en enero un 10% y ahora volvieron a aumentar: una de primera marca está actualmente 900 pesos, y la más barata cuesta 520 pesos”.
También mencionó que el precio del café trepó un 30%, aun cuando históricamente no suele ser la temporada en que se modifica el valor de este producto, sino cuando empieza la época más fría, que es cuando se incrementa su demanda por un mayor consumo.
“En febrero hubo varias cosas que se volvieron a remarcar. Entre ellas el azúcar, que tampoco es un producto de estación y generalmente sube en invierno, igual que las harinas y todo eso, porque hay más consumo. Y sin embargo ahora han subido, y un kilo de azúcar de primera marca ya está entre 380 y 400 pesos”, alertó el comerciante.
Por último, observó: “Los lácteos también aumentaron. El queso ha venido subiendo, y en enero llegó remarcado por lo menos entre un 6% y un 7%; y va a seguir con esta tendencia seguramente por la sequía, que ha impactado en todo esto, y se va a notar mucho más en el otoño y el invierno, porque es cuando se da el gran consumo de lácteos y siempre aumentan”.