Si bien para ellos es algo que con el tiempo pasó a ser un trabajo normal, para el resto de las personas, tal vez, no lo sea así debido a escenario en donde se realiza esta actividad vinculada a la salud bucal como es la Odontología. UNO visitó la Unidad Penal Número 1 de Paraná para conocer en profundidad cómo se trabaja desde el punto de vista odontológico y el resultado final fue óptimo, de acuerdo a las voces que se lograron recoger.
¿Cómo funciona la Odontología en la Unidad Penal 1?
Por Andrés Martino
Temprano, cuando el sol asoma en la capital provincial, el equipo se pone manos a la obra, con una sonrisa y con muchas ganas de cambiarle al interno su actual situación, algo que se logra y con creces.
La plantilla de trabajo está integrada por los dentistas Martín Bonino y Alejandro Carmiño más los mecánicos dentales Pablo Favrat, Gastón Iturria y Sergio Rodríguez. Los cinco se entienden a la perfección y lograron formar un gran equipo de trabajo que se refleja en la felicidad, luego del trabajo, de los pacientes.
La visión odontológica
“Yo me recibí en el año 99 y esta posibilidad llega en el año 2003. Ya hace unos 18 años que estoy acá y la verdad que el tiempo pasa rápido. Hemos visto como ha cambiado y siempre mejorando el servicio. Cuando nosotros ingresamos los pacientes eran trasladados al Hospital San Martín porque en ese momento hubo un motín grande entonces los internos eran derivados al hospital. Se presentó un proyecto y rearmamos el servicio de odontología. Hay un cambio importante”, le confesó a UNO el odontólogo paranaense Martín Bonino quien acto seguido desarmó técnicamente las tareas que se efectúan día a día dentro del penal. “Nosotros somos dos odontólogos, el otro es Alejandro Carmiño. Vamos rotando los horarios de ingreso porque el interno, por ahí, tiene distintas demandas dentro de su propia vida por las cuáles algunos trabajamos en algunos horarios y otros lo hacen en otros. La idea es que los dos podamos interactuar con ellos y en base a ello modificamos los horarios. Yo a veces vengo temprano, pero vamos variando. Hacemos trabajos distintos también. Mi colega hace todo lo que es extracción y yo hago arreglos, operatorias dentales y prótesis”, repasó.
Como pasa en cualquier hospital o centro de salud o hasta el mismo consultorio, la urgencia siempre está a la orden del día. “La urgencia siempre existe y eso es demanda espontánea. Antes de la pandemia el paciente que necesitaba atenderse podía venir y era atendido. Por la pandemia ya comenzamos a atender con turnos programados para que no haya tanto movimiento y circulación de gente. Siempre tenemos trabajo. El paciente de acá es un paciente que tiene necesidades y la demanda es grande. Yo trabajé en centros de salud y el Hospital San Martín y la característica del paciente ss similar. Es un paciente de hospital o centro de salud. Acá eso no cambia”.
Trabajar en la cárcel no es una tarea normal, al menos para el resto de las personas que no están inmersos en ese mundo. Para ellos, que van todos los días a trabajar a ese sitio, si lo es. “Es un trabajo que está bien, es reconfortante. Si bien es un lugar distinto respecto de lo que uno supone a un lugar de trabajo habitual, los internos responden muy bien y es de destacar que los internos con nosotros tiene una gran predisposición. Es gente que viene y estimo yo que se debe ir satisfecha porque se va con un buen trabajo realizado. Es un paciente que viene con dolor y esa demanda se satisface. Se va con una prótesis instalada, se va con un cambio para bien. Es un paciente agradecido y eso a nosotros nos satisface lógicamente”.
Respecto del equipo que se conformó para trabajar dentro del penal, Bonino no dudó en destacar la unión del grupo y la buena energía que todos manejan ahí dentro. “Tenemos un buen equipo y estamos bien articulados con mi otro colega, Alejandro Carmiño y también estamos bien articulados con los mecánicos dentales. Tenerlos a todos trabajando acá te permite poder resolver las cosas de manera rápida y eficiente”.
Finalmente Bonino pensó en el futuro y a la vista no aparecen demasiados cambios para realizar. Si llegan, bienvenido sea, pero así como se está ahora se está operando a la perfección. “Me parece que el servicio está bien se está trabajando bien tanto desde la Dirección General como de la Dirección propia de la Unidad Penal 1. Se resuelven los problemas que aparecen en el día a día. Esta bien desarrollado el mecanismo de articulación, entonces no noto que haya algo para mejorar de manera inmediata. Si uno dice que cada tanto mejora algún tipo de instrumental, bienvenido sea, pero estamos trabajando muy bien y los equipos son relativamente nuevos y los insumos se proveen. Estamos bien cubiertos”, cerró.
La tarea de los mecánicos
A su turno Sergio Rodríguez, mecánico dental, contó y rápido aclaró una situación que vale la pena tener en cuenta: “Yo hace unos 14 años que estoy trabajando acá. Hace mucho tiempo. Y lo primero que quiero explicar es que el trabajo de prótesis no sólo se hace para la Unidad Penal 1 que es donde estamos y la 6 que es la de mujeres sino que se hace para todas las unidades penales de la provincia y por eso somos tres, somos un equipo porque para una sola persona es mucho. Se trabaja se diado entre los tres y se trabaja muy bien”, sostuvo y luego continuó: “Acá cumplimos los horarios y en ese sentido no hay ningún problema. Los trabajos del interior se mandan con una encomienda y ese trabajo se busca en la Dirección General donde se centraliza todo. Se trae acá en al laboratorio y se confecciona el paso que corresponde de la prótesis y se vuelve a mandar al interior donde el trabajo ahí lo hace el odontólogo hasta que finaliza la ultima etapa”.
Respecto de su arribo a la UP 1, Pantera, como se lo conoce, contó: “Yo llegue por intermedio de Bonino y Carmiño. Ellos vieron la necesidad de mejorar el tema de las prótesis. Se hacía, pero no estaba aceitado el tema. Se tomo con más seriedad y ellos me convocaron y tuve la posibilidad de hablar con el director de su momento y logré entrar. Luego de eso se fue mejorando y por eso la incorporación de nuevo personal dentro de lo que es el laboratorio”.
“Para nosotros esto es totalmente normal. La verdad que con los internos no hay ningún problema, al contrario ellos se brindan. Nosotros estamos brindando un servicio y para ellos si deberían hacerlo afuera es muy costoso. Acá se busca la parte estética y funcional. Un interno que tiene faltante de dientes no solo es estético sino que para poder comer se necesita de todos los elementos en la boca”, aseguró Rodríguez y continuó con su relato: “La verdad que esto te da de todo un poco. Es una ayuda desde lo personal obviamente y como para cualquier persona, más allá de lo que hago en mi laboratorio. El tener un cargo te ayuda mucho porque hoy la situación con el laboratorio solo se hace difícil. En lo personal se complica porque el volumen de trabajo que uno adquiere no es el que desea. Uno al tener una entrada fija en la parte económica, mejora mucho”.
A la hora de hablar del equipo de mecánicos, Rodríguez no dudó: “Acá lo tenemos a Pablo Favrat y Gastón Iturria. Es importante el equipo que formamos porque el tema de la prótesis consiste en varias etapas entonces al ser tres se trabaja repartido. Cada uno tiene una función y en conjunto se logra un muy buen trabajo. Trabajo hay mucho y los internos requieren sus prótesis y el volumen depende de la demanda de ellos. Cada interno que necesita se acerca acá a sanidad, los odontólogos los evalúan y en función a eso se hacen las prótesis. Hay un volumen importante y no sólo por el trabajo de acá sino por el trabajo que hacemos para el resto de la provincia. Y acá tenemos todos los protocolos y los cumplimos a rajatablas”.