YPF aumentó nuevamente el precio del combustible ayer. Se trata del cuarto aumento en lo que va del año, y de esta manera, en la capital entrerriana durante el último día de enero la nafta super pasó de costar 76,10 pesos a 77,70 pesos; la Infinia que estaba 86,80 pesos ahora vale 88,70 pesos; la Infinia Diesel costaba 85,10 y desde ayer hay que pagarla 87,40 pesos, y el Diesel 500, que valía 69,90 está a 72,30 pesos. En diálogo con UNO, Alejandro Di Palma, representante de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Paraná, explicó que el aumento es exclusivo de YPF y detalló que esta suba de completa el incremento del 6% que habían dispuesto el resto de las petroleras. “Es una nueva modalidad la que utiliza YPF, un nuevo formato de aumento, de manera regional y por etapas. Una vez más la diferencia de precios entre la nafta súper de YPF y la de Shell, la más económica, tienen solo un peso de diferencia”, señaló Di Palma.
Combustibles: transportistas y taxistas piden rever tarifas
A su vez, comentó: “Hacía bastante tiempo que de alguna manera la política de precios de las compañías se habían nivelado y acomodado. Hoy las empresas compiten por quien te ofrece una mejor pelota, botella o tabla para el asado, pero en precio claramente no compiten”.
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“Esto habla de una cartelización. Hay una perversión que se ha naturalizado y realmente es una tomada de pelo lo que estamos viviendo”, añadió.
Di Palma recalcó que este nuevo incremento termina de cerrar el aumento del 6%. “A la hora de evaluar, hay que entender que la pretensión de controlar la inflación es solo declamativa”, dijo.
Frente a esta situación, Darío Micheli, presidente de la Cooperativa de Radio Taxi de Paraná, advirtió que desde que la última actualización de la tarifa del servicio que brindan, el valor del combustible ya se incrementó seis veces. “Logramos que se actualice la tarifa en octubre, y desde entonces este es el sexto aumento de los combustibles”, dijo, y comentó a UNO: “La tarifa ya está licuada con los aumentos sucesivos de combustibles y de GNC”.
Sobre este punto, lamentó: “Cada vez se reduce más el porcentaje de ganancia y de rentabilidad en nuestro rubro como taxistas. Y además, estas subas llevan como correlato el aumento de todos los insumos y los repuestos que se necesitan para mantener las unidades de nuestro sector”.
Micheli recordó que la bajada de bandera actualmente cuesta 60 pesos. En tanto, cada ficha vale 4 pesos. El servicio público está reglamentado por la Municipalidad y por lo tanto es en ese ámbito en el que donde se define cada variación, y al respecto adelantó: “Estamos en tratativas para que vuelvan a actualizarnos la tarifa. Ya presentamos una nota a través de la Cámara de Taximetristas de Paraná y se está dialogando sobre el tema”.
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Sin brindar más detalles acerca de qué porcentaje están negociando, opinó: “Lo ideal sería que no subieran los costos fijos y se pudiera mantener por un tiempo la tarifa convenida para trabajar. Porque cada vez que debemos aumentar, afecta la demanda, ya que la gente se cuida en este servicio, como en otros también”.
Transportistas escolares y fleteros también advirtieron que deberán revisar sus aranceles tras esta actualización de los combustibles. Nelson Rafael Peralta, presidente de la Federación Entrerriana de Transporte Automotor de Cargas (Fetac), manifestó su malestar y fustigó: “El gobierno está desafiando al pueblo con estos incrementos. El sector del transporte no da más, ya no podemos tolerar más aumentos”.
“Nosotros hacemos cargas generales, todo los insumos se mueven a través de camiones, y cuando sube le flete, suben las cosas. El gobierno con estas medidas genera un juego en el que provoca que quedemos enfrentados con el pueblo, cuando en realidad nosotros tampoco podemos trasladar todos los aumentos y menos de la forma en que ellos los aplican, cada semana o cada dos semanas”, dijo, y agregó: “Nos podemos ponernos a armar una mesa de diálogo con nuestros clientes con cada suba de combustible, tan seguida. Pero a la vez, tampoco podemos continuar sacando plata de nuestro bolsillo”.
El dirigente recordó que a los continuos incrementos de los combustibles se les suman además los aumentos de otros costos fijos, y explicó: “Los insumos de nuestro rubro están todos por las nubes y a valor dólar. Una goma de primera línea está a 1.000 dólares y no se consigue; una batería común de 180 Amper, que es la que lleva un camión de los más comunes, cuesta 33.000 pesos; y una de un camión Volvo, que es el que más se ve en el mercado hoy, sale 52.000 pesos y lleva dos”.
Sobre esta cuestión, advirtió que los costos fijos que considera el gobierno para el sector son calculados por algunos de los agrupaciones a nivel nacional, pero no se condicen con los precios del mercado actual: “Es información que está manipulada y las empresas se rigen por esos valores, pero la realidad es que están desfasados y estamos por debajo de un 30% de esos cálculos”, aseguró, quejándose del “desgaste” que produce esta situación.
“El gobierno aumenta el combustible un domingo, o durante un fin de semana largo, o en vacaciones”, cuestionó, y concluyó: “Nosotros estamos en estado de alerta. El flete se calcula por kilómetro, pero varía por los peajes y demás. Para que sea sustentable, tendríamos que hablar de 87 o 90 pesos el kilómetro y se está cobrando, en promedio, entre 50 y 68 pesos”.