A dos años de cumplir su centenario la escuela N° 83 Armada Argentina de Colonia Argentina (departamento Paraná) su campana fue robada durante el fin de semana pasado y el hecho vandálico indignó y movilizó a toda la comunidad, no por el valor material sino emotivo, ya que el artefacto formaba parte de la historia de la institución y del poblado. Tras conocer el hecho vandálico, la directora departamental de escuelas de Paraná, Adela Ramírez, viajó hasta la localidad, visitó la escuela y entregó una campana que el Consejo General de Educación (CGE) tenía en custodia luego del cierre de la escuela rural a la que pertenecía.
CGE donó una campana a la escuela N° 83 Armada Argentina
"Le dimos una campana a la escuela y una escuela a esta campana", contó a UNO Ramírez y describió la emoción con la que recibieron el nuevo artefacto tanto los alumnos como los directivos de la Antártida Argentina. "Con lágrimas en los ojos la recibieron. Realmente fue algo muy especial", indicó. Ramírez contó que era una de las pocas escuelas que le faltaba visitar y la situación hizo propicia su llegada.
El hecho
El fin de semana en que se realizaron las elecciones legislativas, un hecho de inseguridad ocurrió en la escuela Nº 83 Armada Argentina, el lunes 15 el personal del establecimiento notó la ausencia de la campana que estaba en el patio, la cual tiene un valor sentimental muy grande tanto para docentes, como para padres y alumnos. Germán Girard es el director del instituto y en diálogo con UNO, en ese momento mencionó: "Queremos que aparezca porque el valor económico no es tanto, pero si lo es el sentimental". " La escuela en dos años cumple 100 años y esa campana está desde sus orígenes, por lo que es parte de ella", sostuvo.
Es una institución que tiene un cupo de alumnos muy reducido, donde actualmente concurren siete a la primaria y cinco al jardín de infantes, los cuales estaban muy conmocionados cuando asistieron este lunes y no encontraron la campana en el patio. "Estuvimos hablando con los chicos para explicarles, se pusieron muy tristes porque es una sociedad que se apropia mucho de la escuela y la cuida siempre", indicó Girard.
Aunque el mayor anhelo era recuperar su campana, la llegada de una nueva generó mucha alegría. "Los chicos estaban esperando para poder colocar la campana donde estaba anteriormente la otra, para ver quién iba a tocar la campana primero. Quienes hemos tenido la dicha de transitar por las escuelas públicas y sobre todo rurales podemos entender el significado y el sentido que puede tener una campana, que simboliza el encuentro. La escuela pública rural sigue siendo un lugar en donde la comunidad se reúne y cobra mayor sentido lo público como lo que es de todos y hay que preservar. Uno lleva tantos recuerdos tan enriquecedores del pasaje por la escuela", dijo la consultada.
Éxodo rural y cierre de escuelas
La mención sobre la escuela rural que cerró generó la consulta acerca del éxodo del campo a la ciudad y las consecuencias a nivel educativo.
"La población rural disminuyó muchísimo, sobre todo en los últimos años en que el éxodo rural fue muy fuerte. Las nuevas tecnologías requieren cada vez menos mano de obra, lo que antes se hacía manualmente hoy está a cargo de una máquina. Donde hay un alumno la escuela permanece abierta y de ninguna manera consideramos que esto sea una perdida de recursos, todo lo contrario. Bregamos por que los chicos puedan asistir a una escuela secundaria, siempre contando con los recursos del Instituto Becario para transporte rural, en el campo, viviendo en sus casas, sin tener que mudarse ni alquilar, para que no vivan lo que nos tocó a muchos, de cortar tempranamente un vínculo familiar fundamental en una adolescencia temprana. Nosotros lo hicimos porque era la única opción para estudiar", indicó la directora departamental.
"Hoy cuenta con esa oportunidad en todos los lugares de la provincia, particularmente en el departamento Paraná en un tiempo en que los estudios secundarios son obligatorios, porque antes estaba pensado para quienes podían continuar, para determinados estratos sociales", explicó la entrevistada.
"Las escuelas rurales siempre están cuidadas por su comunidad, puestas en valor por las familias, vecinos, por ex alumnos, es una constante en esos lugares, la comunidad siempre colabora y esto es importante porque o es fácil mantener los edificios escolares", dijo la docente y añadió: "En la escuela N° 83 me encontré con una comunidad maravillosa. Me quedé asombrada por el nivel educativo de los chicos, de cómo leían los chicos de segundo grado, de la operatoria matemática. Es una escuela inclusiva que está garantizando también derechos, por eso si bien es escuela de personal único cuenta con una maestra más. Me siento muy feliz por la jornada que vivimos", indicó Ramírez.