Si bien los fiscales Juan Malvasio y Santiago Brugo habían adelantado que pedirán una condena de prisión efectiva e inhabilitación absoluta y perpetua para el ejercicio de cargos públicos, el monto de la pena dependerá de los atenuantes y agravantes que se puedan valorar en la etapa de juicio.
Canosa, que ha tenido una profusa participación en este debate, volvió a sostener su inocencia y tal como lo hizo en la apertura de las audiencias insistió con el argumento de que Sidecreer es una empresa privada y que él no revestía la condición de funcionario público.
Ante el tribunal conformado por Alejandro Grippo (presidente), Gustavo Pimentel y Alejandro Cánepa, dijo sentirse perseguido y reiteró que había sido designado por el directorio de la empresa para ejercer el cargo de presidente.
Tres testigos de la defensa
Tres testigos propuestos por la defensa cerraron la ronda de testimoniales. En primer lugar lo hizo Gabriela Vergara, gerenta general de la tarjeta; le siguió Juan Andrés Rabbia, jefe del área financiera de Sidecreer y finalmente lo hizo Laura Rodríguez, asesora legal del organismo.
Vergara protagonizó un extenso testimonio y en determinado momento los fiscales pidieron su detención por falso testimonio. "La discusión estaba dada por los expedientes de compra de Sidecreer, que forman parte del legajo judicial, y lo que decía la testigo bajo juramento. En esos expedientes de compra –a partir de los cuales se contrató a empresas de familiares de Canosa–, las invitaciones dirigidas a las firmas para que participaran de las licitaciones llevaban la firma de Vergara y del propio Canosa. Por eso los fiscales le preguntaban a la testigo si Canosa invitaba o no a las empresas a participar de licitaciones", registró el sitio Análisis Digital.
Un largo recorrido para llegar a la etapa de juicio oral
Después de varias idas y venidas, esta semana se inició el juicio al exfuncionario de la tarjeta provincial Juan José Canosa. El expediente se inició por la denuncia penal presentada por el senador provincial Raymundo Kisser (Cambiemos). Se lo acusa de favorecer a familiares con licitaciones y compras para Sidecreer entre 2009 y 2015. En ese sentido se investiga la compra de indumentaria a su hermano, Carlos Canosa, a través de su suegra Mirta Gueler, por un valor de 262.300 dólares; y por la adquisición a Excelcom SA de su cuñada, Alicia Cuestas, esposa de su hermano, y María José Cuestas, de insumos informáticos por 635.000 dólares.
El imputado relató durante el juicio que los controles a la empresa eran realizados a través del síndico, de la asamblea, pero también recordó la intervención del Tribunal de Cuentas (TC). En una oportunidad el TC detectó irregularidades en el resultado del ejercicio 2015, que consistían en licitaciones direccionadas o gastos sin rendición, hasta errores de la auditoría interna. Aquella vez se cuestionó que la documentación era "incompleta".