Por segunda vez, luego de fracasar en 2016, el oficialismo en el
Concejo Deliberante buscará lograr la derogación de la prohibición de construir barrios privados y/o cerrados y clubes de campo en
Paraná. El nuevo intento para eliminar la Ordenanza Nº 9.130 de 2013 se dará el lunes, en el marco de una nueva sesión del cuerpo legislativo.
En el temario está incluida la iniciativa impulsada por la concejala María Marta Zuiani (Cambiemos), que además de derogar la Ordenanza Nº 9.130, restaura la vigencia de los artículos 123, 124, 125, 126, 127 y 128 de una norma similar registrada bajo el Nº 8.563 del Código Urbano de la Ciudad sancionada en 2005. El proyecto se fundamenta en las disposiciones contenidas en el Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, que entró en vigencia el 1º de agosto de 2015, que aprueba los conjuntos inmobiliarios.
Esos conjuntos inmobiliarios se definen en la norma nacional como una serie de emprendimientos tales como los clubes de campo, barrios cerrados, parques industriales, empresariales o náuticos, o cualquier otro emprendimiento urbanístico independientemente del destino de vivienda permanente o temporaria, laboral, comercial o empresarial que tenga comprendidos asimismo aquellos que contemplan usos mixtos, con arreglo a lo dispuesto en las normas administrativas locales, en su artículo 2.063.
Ciudad inclusiva
En 2013, en otro contexto social y político en el país, Paraná siguió el rumbo de otras experiencias – como Rosario– que prohibieron este tipo de urbanizaciones. Sucedió durante la gestión municipal de Blanca Osuna. Por entonces se hablaba de evitar ámbitos de segregación y no generar mayor fragmentación urbana a la ya existente. En ese marco conceptual, los barrios privados toman forma como contrarios a la idea de comunidad, de integración e inclusión, y están asociados al neoliberalismo y a la especulación inmobiliaria.