La decisión del intendente Enrique Cresto de disponer por decreto que Concordia sea ciudad "pro vida" ya generó la primera crítica. La referente del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) – Nueva Izquierda, Nadia Burgos, le cuestionó la determinación de pretender "de imponer la doctrina religiosa".
Burgos: "Concordia no es una teocracia"
Una Multisectorial elevó este jueves un pedido de audiencia al intendente Enrique Cresto, para que explique "qué quiere decir y qué se busca" con la ratificación por decreto del pacto de San Antonio de Padua
19 de julio 2018 · 15:25hs
"En primer lugar, le recordamos al intendente Cresto que Concordia no es una teocracia y que por lo tanto no se puede imponer la doctrina religiosa por decreto", dijo Burgos. Y agregó: "Estamos discutiendo un derecho elemental, que es el derecho de salud, y democrático de decidir sobre nuestro propio cuerpo. El aborto en nuestro país es un problema de salud pública, derechos humanos y de justicia social, una deuda de la democracia con las personas con capacidad de gestar".
La decisión de Cresto de nombrar a Concordia ciudad "pro vida" se conoció hoy miércoles, durante un encuentro que tuvo lugar en el edificio de la Municipalidad, y del que tomaron parte distintos representantes de credos religiosos, entre ellos el cura Daniel Pettelin. Y sobreviene luego del fracaso de una iniciativa en el Concejo Deliberante que se propuso el mismo objetivo. De los trece concejales del cuerpo, sólo 5 votaron a favor, y 6 lo hicieron en contra, 1 se abstuvo y otro se ausentó de la sesión del 13 de junio último.
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La medida del jefe comunal concordiense ocurre en medio de la discusión en el Congreso del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados, y que ahora se debate en el Congreso. En la votación en la Cámara Baja, la hermanan del intendente, Mayda Cresto, diputada nacional, votó en contra del proyecto.
"Cuando vivimos en un país que tiene como una de las principales causas de muerte materna la clandestinidad del aborto, gobernar bajo los preceptos personales que niegan esta realidad es condenarnos doblemente, a la clandestinidad y la condena social. Pero las mujeres ya no nos callamos ni nos ocultamos más, ganamos las calles y cada lugar para denunciar esta realidad. Las acciones de Cresto son una muestra mas de la relación privilegiada que el Estado tiene con la Iglesia católica y tenemos que avanzar y luchamos también para su definitiva separación. No se puede imponer la doctrina de un credo al conjunto de la población y muchísimo menos por decreto. Debe darse de inmediato marcha atrás a esta medida", señaló Burgos.