La bajante del río Paraná es histórica ya que nunca antes se habían producido niveles tan bajos y sostenidos durante el tiempo y peligra la provisión de agua potable. Vale recordar que en mayo llegó a los 14 centímetros, tuvo un repunte y nuevamente volvieron a descender los niveles a tal punto que ayer rondó los 24 centímetros.
Agua potable: en la zona sur temen escasez, por la bajante
La situación y la petición del intendente Adán Bahl a la Cancillería de que realice gestiones ante el Gobierno de Brasil por la apertura de las compuertas en las represas de ese país encendió la alarma entre los vecinos de la zona sur de Paraná. Si bien es una zona que padece desde hace muchos años la escasez e incluso faltante de agua por muchos días, sobre todo en verano, hace pensar en que el padecimiento puede profundizarse a nivel difíciles de soportar.
La nota del jefe comunal a las autoridades nacionales describe los problemas económicos, ambientales y sanitarios ocasionados por una altura ayer de 24 centímetros frente al Puerto Nuevo, y una estimación del Instituto Nacional del Agua (INA), de 10 centímetros para fin de mes. “Esta situación trae gravísimos inconvenientes con las bombas tomadoras de agua cruda para proveer de agua potable a toda la ciudad”, advirtió el intendente. “La permanencia sostenida de estos niveles históricos pone en riesgo a la infraestructura de captación, debido a que se encuentra trabajando sobre exigida”, apunta la nota, en referencia al extenso período de aguas en niveles excepcionalmente bajos.
Al respecto, Juan Pablo Tobare, presidente de la comisión vecinal De Las Américas, indicó: "Históricamente en nuestra vecinal tenemos faltante de agua y no precisamente por la bajante del río, es por eso que esta nueva situación nos preocupa y muchísimo. A esto sumamos otro factor a raíz de la pandemia, y es que al no poder irse de vacaciones, muchas familias optaron por colocar piletas, lo que implica una elevación en el consumo", indicó.
Tobare recordó que cada año ya en septiembre comienzan a tener baja presión de agua, o directamente faltante. Habla de los barrios Los Cedros, Kilómetro 5 y 1/2, 188 Viviendas y barrio Prensa, insertos en la jurisdicción de la vecinal. "El vecino ya no tolera más la situación. Son muchos años con dificultades para bañarse, para lavar la ropa, años buscando agua de la casa de familiares que viven en otros puntos de la ciudad. Se hace difícil", indicó el entrevistado.
En la ciudad hay dos tomas de agua cruda del río: el muelle 1, que es el más antiguo y tiene su bomba de absorción muy cerca de la costa, y el muelle 2 que extrae agua río adentro y con una profundidad considerable.
Tobare explicó que se han implementado obra, como por ejemplo pozos semisurgentes. "Les están haciendo estudios químicos para saber si es potable y así poder conectarlos a la red. Se inyectaría entre un 6 y un 12%", especificó. También está la estación de rebombeo en Crisólogo Larralde y Avenida de las Américas que busca mejorar la presión de agua a Los Cedros y Km 5 y 1/2. "Por una cosa u otra no ha sido constante su funcionamiento, así que todavía no tenemos seguimiento para poder asegurar que funciona bien. Si podemos decir que trajo alivio, pero siguen los inconvenientes", recalcó.
Lo vecinos de la zona sur están preocupados. Sienten que no podrían afrontar una profundización de la escasez de agua en su zona y recalcan que se trata de un elemento vital para la vida y su derecho al acceso.