La tecnología avanza en la mayoría de los ámbitos de la vida cotidiana, con el propósito de optimizar los tiempos y simplificar la vida de las personas, pero genera un menor vínculo entre las personas. Atento a esta realidad, una cadena de supermercados de Países Bajos decidió instalar “cajas lentas” atendidas por seres humanos para que los adultos mayores puedan conversar y sentirse acompañados.
Adultos mayores: piden respetar las cajas exclusivas
Adultos mayores tienen derecho a una caja exclusiva
En la Argentina esta posibilidad aún no se contempla en las grandes superficies comerciales, al menos por ahora, si bien a nivel local todavía existe cierta familiaridad en los comercios de cercanía en los barrios, en los que se puede intercambiar un saludo y mantener una charla con quien está detrás del mostrador.
Por ahora no se consideran medidas de este tipo, simplemente porque muchas veces no se tiene en cuenta a quienes atraviesan la vejez. Esto se hace evidente cuando en las filas de los supermercados se ve que personas de avanzada edad, inclusive con problemas de movilidad, formando parte de una extensa fila en la caja, sin que nadie le informe que tiene prioridad en la atención, según lo establece en Paraná la Ordenanza Nº 9404, que fija desde 2016 la prioridad y exclusividad de cajas de supermercados y comercios a personas mayores a 70 años.
En ocasiones sucede que a quien tiene el derecho de ser atendido primero le cuesta pedirlo o hacer el reclamo. Sobre este punto, Norma Alonso, licenciada en Psicología Clínica, gerontóloga con una amplia experiencia en el campo comunitario y una de las impulsoras del Foro por los Derechos de los Adultos Mayores en Entre Ríos, manifestó a UNO: “Hay un avance con que haya cajas exclusivas en los supermercados, pero ocurre hay que pedir que se atienda primero a quien tiene ese derecho. Y la persona mayor por ahí no se anima a hacerlo, porque hay una desvalorización de la vejez en general y entonces tratan de no llamar la atención, de no pedir ciertas cosas. Y lamentablemente nadie está atento a que se cumpla, nadie va a venir a buscar a un señor mayor a la cola para que lo atiendan primero”.
“Yo lo hago permanentemente porque trabajé en el tema. Consulto si hay personas mayores en la cola y como es una caja exclusiva, pido que los atiendan primero, pero hay veces que las otras personas que están en la fila se quejan o murmuran, pero se la tienen que bancar”, dijo, y agregó: “Si hay una persona mayor le digo ´usted está antes que yo, puede pasar a la caja exclusiva, porque la gente por ahí se pone tímida. En los bancos también pasa. Hay uno que tienen escondida la caja exclusiva; la gente de afuera no la ve y entonces si vos decís ´permiso, voy a la caja porque tengo exclusividad´, se generan murmullos”.
A su vez, observó: “Hay un hipermercado de Paraná en el que se forman una filas muy extensas y los que tienen derecho a ser atendidos prioritariamente tienen que ir por adelante de la línea de cajas a pedirlo, y se encuentran con que hay una cadena y entonces tienen que estar llamando a algún asistente para que le faciliten pasar”.
“Es muy feo tener que estar rogando para que te den prioridad. Pero si no lo pedimos, no nos llevan el apunte. Por eso, para que un derecho se instale, la gente se debe empoderar y debe reclamarlo”, subrayó.
Asimismo, hizo hincapié en hacer más visibles las cajas con atención prioritaria de personas mayores y remarcó: “Hay que decirles a las empresas que es un honor para ellas colaborar con la revolución demográfica y es necesario que eso se haga, porque muchos de los adultos mayores no pueden estar tanto tiempo parados en una caja, algunos tienen problemas de columna, otros en la rótula por alguna artrosis, y tenerlos parados quietos es nocivo”.
Por otra parte, Alonso opinó: “A los supermercados hay que pedirles que en la caja exclusiva además haya siempre una persona mayor con una remera que lleve un logo que ´Persona mayor colaborando´; y que ayuden a llenar las bolsas, a poner la mercadería en el carrito. Eso, por ejemplo, en México se usa, pero lo hacen en todas las terminales de todas las cajas. Ahí, hombres y mujeres mayores cobran un sueldo que les paga el supermercado y se llevan también su propina, y con esto pueda complementar su jubilación”.
También recordó que a partir de la pandemia una cadena de supermercados de origen francés dispuso una hora de compras destinada con exclusividad a atender a los mayores de 65 años, y celebró esta medida porque pensaron en la gente de edad, pese a que actualmente no se dispone o se hace a medias.
Transitar por la ciudad
Por otra parte, Alonso, quien forma parte de un proyecto vinculado a la arquitectura getrontologica –que recientemente obtuvo un reconocimiento Montevideo–, analizó que Paraná muchas veces no es una ciudad segura para que circule la gente de más edad: “Mucha gente se ha lastimado porque la infraestructura está deteriorada”.
“Otra cosa que me han comentado, como integrante del Foro, es que es una ciudad que tiene muchos vehículos y tiene veredas angostas. Y cada vez hay más mesas y sillas, cosas y macetas en las veredas, porque se va ganando espacio para trabajar en caso de la choperías y demás. Por ahí dejan un pasillo para caminar, pero otras es muy reducido el paso”.
Por último, se refirió a los espacios públicos, que suelen ser lugares de encuentros para gente mayor, y expresó: “Estamos contentos con esta gestión, que ha arreglado las plazas, que son lugares de socialización. La gente va a caminar a las plazas y les hace bien encontrarse con algún vecino o con desconocidos, y ponerse a charlar. Igualmente nosotros vamos a pedir desde el Foro que en las plazas haya un cuadrante para niños y uno cerca, no en diagonal, donde haya bancos que se puedan enfrentar, que puedan dar la posibilidad a un encuentro de grupos, de amigos, para charlar”.