Que los hijos elijan la misma profesión que los padres no es común de ver en la actualidad y la historia de la familia Nadalín es muy particular.
La cuaterna Nadalín, lista para arbitrar
Rubén, padre, mecánico de aeronaves y árbitro de la Liga Paranaense de Fútbol, fue inculcando en sus hijos las profesiones, tres de los cuatros eligieron ser árbitros y ejercen el mismo trabajo. Ellos son Maximiliano, Ramiro y Mariano. Además, los dos primeros siguieron el camino del pilar de la familia y se sumaron a la Fuerza Aérea.
Los colegiados visitaron la Redacción de UNO y hablaron de todas las experiencias vividas. “Sabemos que no es una profesión fácil de asimilar. Pero lo Fútbol lindo de todo esto, es que mi hijos hayan seguido mis pasos. Ellos se afianzaron y disfrutan mucho de todo eso. Sabemos que el arbitraje tiene sus cosas buenas y malas”, comentó Rubén.
En cuanto al referato, el mayor de los Nadalín comentó: “Hice el curso mientras jugaba al fútbol, siempre quise seguir ligado y elegí este camino. Se dio tras una gran charla con Juan Lucero, luego de un partido. Así arranque mi camino”.
Desde sus inicios hasta hoy, dentro del arbitraje hubo muchos cambios y el colegiado expresó: “Antes las decisiones se tomaban en un segundo y hoy en día se trabaja mucho con la tecnología. Mis hijos están viviendo todos los cambios”.
Los cuatros demuestran personalidad dentro y fuera del campo de juego. Una vida ordenada en todos los sentidos y con la ilusión de seguir creciendo. Como toda profesión, dentro del arbitraje los primeros pasos se dan en las categorías formativas hasta lograr llegar a primera. Padre e hijos hablaron de las experiencias vividas hasta el momento.
“Todos son importantes y cada uno tienes sus pasos. Hoy estamos llegando al final de la carrera, pero aún seguimos. Tenemos hilo para rato, mientras el cuerpo de”, expresó Rubén.
Por otro lado, Mariano, menor de los tres, comentó: “Siempre uno da lo mejor en cada categoría. Arranqué en Cebollitas y desde que empecé me remarcaron que a todo hay que darle la misma importancia. En lo particular me gusta mucho primera, porque pasé de ver el protocolo de la TV en persona”.
En tanto, Ramiro dijo: “Todas las medidas que se toman son muy lindas, en todas las divisiones aunque se intercalan los pasos. Hay que estar preparado siempre”.
Maximiliano, el mayor de los tres y que se encuentra en el curso nacional, agregó: “Siempre me gustó mucho primera, te da una adrenalina distinta. Una vez que comienza a correr el cronometro es otra cosa, la cabeza trabaja de una manera diferente”.
La familia Nadalín trabaja en un sueño y con la ganas de poder cumplirlo. Rubén que transita su últimos años en el mundo del arbitraje sabe que no quiere colgar el silbato sin no haber cumplido el sueño de poder arbitrar con sus hijos, aunque la pelea por ser el principal la tendrá con Maximiliano.
“Esto es lo lindo, como lo tienen a uno, todas las tardes se habla de lo que hacemos”, agregó Rubén. Los cuatro están listos para ser la cuaterna de un partido, cuando las autoridades de la LPF, lo dispongan.
“Sería algo muy lindo están los cuatro en una cancha, estamos trabajando para eso y todos los días nos despertamos con el mismo sueño”, comentó Mariano.
LA INTIMIDAD. Los Nadalín se animaron a hablar del día a día, de lo que hacen en su tiempo libre y de cómo se llevan en la convivencia, a pesar de que Maximiliano vive en Córdoba y Ramiro está toda la semana en el Casino de Suboficiales de la Fuerza Aérea. Rubén tomó la posta y habló de quién es el más ordenado de los hermanos: “El más centrado y ordenado de la familia es Ramiro. Maximiliano y Mariano son más complicados a la hora de preparar todo, siempre andan a las corridas”, dijo.