Los trabajadores del frigorífico equino de la ciudad de Gualeguay la están pasando mal. Por el conflicto laboral desatado por la salida del principal accionista, Javier Veronesi, a varios de los empleados que alquilaban les llegó la orden de desalojo, a otros les cortaron la luz o el servicio de cable, y a otros porque no les quedaba otra tuvieron que irse a vivir a la casa de familiares. Las quincenas que antes se pagaban con regularidad se redujeron a 2.000 pesos y según los cálculos más benévolos la deuda total por salarios adeudados sería de alrededor de 60.000 pesos, confió una fuente confiable a UNO.
La crisis del frigorífico gualeyo agravó la subsistencia del personal
Por la falta de pago muchos no pueden afrontar el alquiler y el pago de varios servicios básicos
3 de agosto 2017 · 08:16hs
Ayer los empleados volvieron a cortar la ruta 12 durante tres horas sobre el puente Pellegrini para reclamar que el establecimiento cárnico reanude su funcionamiento."Nos deben cuatro quincenas, el aguinaldo, sumando al aumento otorgado el año pasado. Estamos cada vez peor porque nos deben mucha plata del año pasado", contó Javier Meoniz, uno de los trabajadores, dando cuenta de un panorama realmente sombrío.
En relación a todo el proceso que generó la paralización de la faena mencionó "el problema familiar" que arrastró a todo el personal. "El interventor de la firma, Rafael Gómez, nos dijo en una audiencia que se habían peleado los hermanos que se llevaban bien", dijo para graficar la tensa relación entre los empresarios. "El interventor dice que hay un grupo inversor interesado en poner plata. A nosotros no nos interesa quién pone la plata, nosotros queremos trabajar y cobrar, eso sería lo ideal. En 15 o 20 días ese problema se solucionaría para poder trabajar. Pero si a nosotros no nos pagan ni un peso, no sabemos si ellos vienen a la planta a sacar todo lo que haya de papelería. No tenemos que creerles, si nos vienen mintiendo tanto. Lo que le pedimos es que pongan cierta cantidad de plata, que nos paguen algo y que nos dejen trabajar", advirtió.
Cuesta arriba
Meoniz reconoció que en todo este tiempo pudo subsistir gracias a que su esposa es docente, pero que la mayoría de los trabajadores son el único sostén de familia. "Se las arreglan con changas, que es pan para hoy y hambre para mañana. Algunos tienen orden de desalojo de los alquileres, eso es una vergüenza. A otros les llegó la orden de corte de luz, a otros les fueron a cortar el cable. Todas cosas que uno no se merece que le hagan. Pero todo es culpa de la empresa", aseveró.
El vocero manifestó que días atrás se concretó una reunión entre el interventor, el secretario general del Sindicato de la Carne de Gualeguay, Aldo Díaz, y la abogada del sindicato con la intención de analizar posibles soluciones. De la misma manera se diferenció de la conducción del gremio, ya que aseguró que el corte de ruta fue resuelto por los trabajadores y dejó entrever un cortocircuito con los delegados gremiales. "Se portaron muy mal", reveló, aunque no quiso dar a conocer en detalle los motivos que desgastaron la relación. "Me presenté personalmente en la casa de Aldo Díaz y le dije cómo era todo. Reconoció que no estaba al tanto de muchas cosas. No queremos saber nada con los delegados, por todo lo que han hecho. Y les va a costar que la gente se arrime al sindicato. Si nosotros necesitamos el apoyo del sindicato, lo vamos a tener", dijo del resultado de la reunión.
El operario justificó el corte de tránsito que generó complicaciones en un horario pico en una vía medular que comunica con la provincia de Buenos Aires. Aseguró que la protesta conlleva un reclamo justo y que no se trata únicamente de un capricho. "A los enfermos, a las ambulancias, no les impedimos el paso. El lunes me dijo el jefe de Policía que el fiscal me iba a hacer un acta porque era un delito cortar una ruta nacional. Pero como es una ruta nacional un juez federal tiene mandar la orden. La Policía no puede hacer nada, por eso hoy -por ayer- vino Gendarmería", acotó. Meoniz anticipó que la profundización o no de la medida de fuerza depende de la gestión de una audiencia con los responsables de la empresa. En ese sentido no descartan volver a cortar el enlace.