Hay historias que merecen ser contadas. Porque hablan del proceso de transformación de un grupo humano justo cuando la vida les muestra su peor cara. Y esa transformación alude a la capacidad de recuperarse frente a la adversidad, de reinventarse, cuando lo que se pierde es la fuente de trabajo. El trabajador asume un duro golpe en el que se ponen en crisis valores como la dignidad, la solidaridad, la perseverancia y el respeto. Por todas estas etapas transitó un grupo de extrabajadores de Redengas tras ser despedidos de la empresa en 2014 en el marco de un conflicto laboral que terminó de la forma menos esperada. Se trató de una disputa tediosa y desgastante, que dejó como saldo 15 empleados cesanteados, pero que a la vez dejó una valiosa enseñanza para muchos de ellos.
La cooperativa que nació tras el conflicto laboral en Redengas
SerCon representa una experiencia inédita en la región. Quieren ser un actor más en la instalación de redes
10 de octubre 2016 · 06:30hs
Detrás de cada despido había hombres y mujeres que construyeron su vida alrededor de la compañía distribuidora de gas, pero que frente a la adversidad aprendieron a empezar de nuevo. Este fue el caso de Omar Rodríguez, maestro mayor de Obra, quien aceptó el desafío que le propusieron desde la CTA Paraná para conformar una cooperativa de trabajo. Otros 10 operarios fueron los que se sumaron a esta iniciativa, empujados por la necesidad de subsistir a partir de un proyecto de trabajo autogestionado, un fenómeno en crecimiento que surge como respuesta al deterioro del sistema laboral. "No hay mal que por bien no venga", reflexionó Rodríguez en el medio de la charla con UNO.
Estos fueron los principios que constituyeron los cimientos de SerCon Limitada (Servicios y Construcciones) que se formó con el objetivo de asumir actividades inherentes a la construcción, reparación y mantenimiento de obras públicas y privadas; instalación de redes domiciliarias de gas; trabajos de albañilería, pintura, herrería y carpintería entre otros servicios. Todos coinciden en que el conflicto con Redengas dejó una huella que perdura hasta hoy, en aspectos que abarcan lo laboral, lo judicial y lo humano. "Tuvo una furia inusitada; por mi experiencia sindical yo nunca la vi, que una patronal actuara de esa manera. Porque en el conflicto siempre hay una negociación. Pero ellos atacaron el derecho a la protesta y profundizaron la puja porque los denunciaron penalmente, criminalizando la protesta", recordó Ricardo Sánchez, secretario general de la CTA Paraná. A muchos les llevó tiempo aceptar la pérdida, que se tradujo en un golpe al orgullo propio, lo cual fue abordado en la mesa de la central gremial. Así surgieron varios proyectos para construir una herramienta que les permitiera a los trabajadores tener una forma de subsistencia.
"Hasta que no estás en la calle es como que no caés, la esperanza es lo último que se pierde. Hasta el último día pensás que se puede mantener el vínculo laboral. Al estar desvinculado de Redengas me relajé un poco, dije que por algo pasan las cosas. De alguna manera llega un momento en que te serenás para no complicarte solo en lo que es la nueva búsqueda de trabajo. La propuesta de la CTA Paraná de agruparnos para conformar una cooperativa, o de acercarnos ejemplos de otras cooperativas de diversos rubros era una salida laboral digna. Por un lado me dejaba tranquilo, porque era un proyecto viable, y sobre todo por los conocimientos que podíamos tener junto a mis compañeros. Eso hizo que la caída no fuera tan dura".
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La experiencia de la autogestión
Por sus características y los servicios que presta, SerCon tiene pocos antecedentes similares en la ciudad de Paraná, ya que existen pocas cooperativas que se especialicen en la construcción y en la industria del gas. La autogestión implica una preparación previa para el trabajador, teniendo en cuenta que el obrero está acostumbrado a prestar su fuerza laboral contra una prestación económica y a tener un patrón que lo mande. Desde ese punto de vista se tejieron lazos con el Instituto de Promoción, Cooperativa y Mutualidades de Entre Ríos (Ipcymer), el organismo que asesoró sobre los pasos que se debían dar para obtener la matrícula habilitante.
Si bien se puede pensar que se trató de una cuestión meramente administrativa, en el medio los empleados tuvieron que realizar un curso sobre cooperativismo, hacer asambleas constitutivas y designar las autoridades de la asociación autónoma, la cual quedó formalmente constituida en octubre de 2015. La algodonera Ejemplar fue uno de los primeros intentos fallidos por formalizar una cooperativa autogestionada. Con sueldos atrasados y en la peor crisis de su historia, los empleados encabezaron la toma de la fábrica a principios de 2010. "Hubo un intento de expropiación que recibió media sanción de Diputados. Mientras todo eso hacía, había un dueño de una empresa. Como había un concurso de acreedores, los dueños pudieron solucionar el problema a través de un inversor. Los que cuidaron de ese bien, durante los meses que estuvo parado, fueron los trabajadores", repasó Ricardo Sánchez.
La falta de producción de empleos de calidad en un contexto de crisis económica favoreció el crecimiento de este modelo de gestión. Entre los nuevos desafíos los trabajadores deben asumir que son obreros y empleadores, que deben gestionar el negocio.
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Una herramienta que iguala
Dentro de los requisitos exigidos por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) para constituirse como cooperativa figura la calificación laboral de cada obrero. Entre los asociados a SerCon hay fusionistas, expertos en obras de construcción, representantes técnico y administrativos. El objetivo de la empresa es desempeñarse como un actor más en la instalación de redes domiciliarias, teniendo en cuenta que Paraná necesita de la extensión de la conexión de gas natural hacia el sur, el noreste y la zona de Bajada Grande.
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Las secuelas psicológicas y físicas
La Cooperativa de Trabajo SerCon es presidida por Omar Rodríguez. "Hay gente que trabajó casi 25 años en la empresa, pero que no puede superar el trance del despido", reflexiona Rodríguez. Sobre las secuelas psicológicas y físicas que generó este conflicto habló Silvina Calveyra, tesorera de la cooperativa y dirigente de la CTA. "Se dio como un síndrome del burnout, que no solamente fue el conflicto, sino que en el mientras tanto y después toda la persecución. Hay compañeras que están con este síndrome. Empezás con el mobbing o acoso laboral, que se refleja cuando te sacan la tarea, no te dan trabajo; los sentabas en un balcón en el fondo. Así comienza todo", analizó la sindicalista.
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Ambicioso proyecto
Uno de los proyectos de la naciente cooperativa es poder competir en las licitaciones del Estado provincial y municipal. Para ello necesitan de un requisito indispensable: disponer de una cuenta bancaria, pero ese objetivo está cerca de lograrse. "Lo que haría pensar en ampliar la estructura, en caso de ganar una licitación, sería la posibilidad de hacer un barrio. Lo podemos hacer desde la base hasta entregar la llave en mano. Todo depende de la escala del trabajo que se pueda llegar a ganar en una licitación. La idea del cooperativismo es poder asociarse con otras cooperativas o absorber empleados o gente que no tiene trabajo", apuntó.