Los reclamos más comunes de las personas mayores de edad en Paraná se vinculan con dudas sobre descuentos aplicados a las jubilaciones y sobre el funcionamiento de las obras sociales, tanto de la órbita pública como privada. Sobre esos dos ejes está trabajando la Defensoría de los Derechos de las Personas Mayores, la figura creada en el ámbito de la Defensoría del Pueblo de Paraná a través de la Ordenanza Nº 9.389. En tan solo dos meses de labor se procuró reforzar los vínculos con las instituciones que trabajan con personas mayores, tratando de atender las posibles vulneraciones de derechos.
La atención a distancia vulnera derechos de personas mayores
La atención a distancia vulnera los derechos de las personas mayores
“Nos dicen que los tickets de los bancos no son muy claros con los últimos movimientos”, explicó la flamante responsable de la Defensoría, Ligia Blanco. De ese modo reveló una de las dificultades recurrentes a las que se enfrentan los ciudadanos de este grupo etáreo, pero poniendo de relieve que “el gran problema es la virtualidad”. Así como la pandemia de coronavirus trastocó la realidad cotidiana, también modificó ciertas convenciones sociales como el sistema de atención de determinados organismos estatales, entre ellos las entidades financieras y las obras sociales.
A la hora de repasar cuáles son las inquietudes que se reciben con mayor asiduidad, Blanco reparó que con la atención a distancia en las prestadoras de salud “todas piden que los turnos se gestionen solamente a través de WhatsApp, no atienden el teléfono fijo, lo cual es una dificultad porque muchas personas mayores no tiene celular o no lo saben manejar para pedir un turno. El gran problema es la virtualidad, que para cualquier cosa te pide que el turno sea por Internet. Y hay instituciones que no atienden sin turno en este momento, y otras que sí, pero de todas maneras la atención es lenta. Por el tema del protocolo, de la higienización, y por la entrada y salida de las personas. Todo se hace muy lento y las mayorías de los reclamos vienen en ese sentido: hay largas colas y extensas esperas”.
Una red que no alcanza
Las familias muchas veces son el sostén afectivo para los adultos mayores, y el acompañamiento en las tareas cotidianas como los trámites bancarios y la solicitud de turnos en las obras sociales, se vuelve una cuestión esencial. “Hay personas que a veces cuentan con familiares que los podrían ayudar, pero ellos también tienen sus ocupaciones. Entonces no disponen de todo el tiempo para sentarse a enviar un mail, hacer un reclamo. Otras personas directamente no cuentan con familiares que lo puedan asistir en este sentido, con el tema de los turnos o las llamadas telefónicas. Por ejemplo, si a una persona se le corta el teléfono fijo y no tiene celular, queda incomunicado y no tiene forma de comunicarse por cualquier situación. La mayoría de los reclamos viene en ese sentido”, dijo Blanco en una comunicación con UNO.
La defensora reconoció que están recibiendo muchas presentaciones en relación al funcionamiento del Instituto de la Obra Social de la provincia de Entre Ríos (Iosper). Al respecto señaló: “Estamos tratando de generar una reunión con ellos para poder ver qué es lo que está sucediendo y de qué manera se podría tratar de solucionar la situación. Entiendo de la dificultad de la pandemia, de los empleados y de su seguridad, de las normas internas de funcionamiento de cada obra social, no solamente del Iosper. Pero hay un tema con la situación de la atención, porque siempre te hacen esperar afuera, no solamente el Iosper, sino que un amplio abanico de instituciones. Eso siempre se da con las personas paradas, durante un rato largo, sumado a las inclemencias climáticas”.
Blanco subrayó que estas circunstancias se agravan cuando se trata de personas mayores de edad, consideradas población de riesgo.
Planteos a los bancos
Consultada por las gestiones ante las entidades bancarias por las inquietudes planteadas en relación a diferentes situaciones irregulares, la titular de la Defensoría manifestó que recibieron respuestas, aunque los damnificados “aseguran que no les explican bien. Hay casos de personas que han tomado préstamos y que desconocen la cantidad de cuotas que son o los intereses. Tal vez porque en su momento no entendieron o se olvidaron. También han pasado algunas estafas electrónicas de personas que contrataron servicios por teléfono y entregaron sus datos, con el dato de la tarjeta”.