Dos temporadas de gran performance le dio a Los Espinillos de Concordia la posibilidad de obtener el bicampeonato del Torneo Pronvincial de rugby. Joaquín Berloni fue el capitán del equipo campeón y hoy cuenta los días para volver a entrenar.
Joaquín Berloni es el capitán del barco Rojo
“Es una situación rara que no nos toca solamente a nosotros sino que a todo el rugby del país y quizás también cambió el mapa del deporte en el mundo. Le trato de poner la mejor cara, como siempre, entrenando como puedo y manteniéndome activo. A mis compañeros les marco que tranquilos en nuestra casa, con movimientos sencillos podemos hacerlo. También, ahora que tenemos la posibilidad trotar o caminar, es bueno”, afirmó el jugador.
Berloni es uno de los pocos casos que se da en la ciudad en la que vistió las camisetas de Salto Grande y de Los Espinillos. “Jugué en los dos clubes y puedo opinar que Salto Grande desde la infraestructura es un monstruo, su cancha, el predio que tiene en la ciudad. Están bien organizados, pero el rugby es diferente. Es distinto porque nuestro club es muy familiar, tenemos ese sabor de que estamos entrenando en nuestra casa. No somos compañeros, somos hermanos que salimos a la cancha y si nos tenemos que partir la cara por el otro lo hacemos sin dudarlo”, confesó.
Además refrescó de qué manera llegó al club: “Carlos Javier But fue el que me acercó al rugby. Estaba estudiando educación física y él ya practicaba el deporte en el club Curiyú de Chajarí. Cuando vino para Concordia comenzó a jugar en el club Salto Grande y me invitó a probar. Por las vueltas de la vida aparecí a entrenar con él y estuve un año y medio en esa institución”, dijo.
Una vez finalizados sus estudios como Profe de educación física contó que le llegó las ganas de jugar. “Sentí que mi trabajo estaba dentro de la cancha, con mis compañeros que en ese momento ya los consideraba mis amigos. Compartir cancha con ellos fue impresionante”, comentó.
En este contexto de pandemia, el jugador destacó el compromiso del plantel. “Estamos alejados, pero sin dudas que uno sale a la cancha y se siente que está preparado. Nosotros como institución apostamos a la preparación y función de cada individuo dentro de un equipo. La preparación pasa por la alimentación, el gimnasio y la responsabilidad. Todos estos puntos van a desencadenar en el andar y desarrollo del equipo. Entendemos que los 40 que entrenamos en el plantel superior tenemos un rol y somos importante desde donde nos toque”, expresó.
Además, destacó la enseñanza que dejan los jugadores profesionales para con los chicos de las divisiones inferiores. “Hay muchos chicos que nos miran y mal o bien quieren llegar a donde estamos nosotros. Debemos ser ejemplo y asumir el compromiso.
Por otro lado, como jugadores respondemos cuando nos exigen dentro de la cancha pero debemos exigirnos también fuera. Tenemos trabajo por delante, el compromiso con tareas que no sean estrictamente deportivas. Quizás el objetivo esté en dar una mano en lo institucional, en mantener nuestro predio. A la vez estoy muy orgullo de lo que tenemos como fortaleza que es la unión, pasión, y esfuerzo que ponemos todos”, contó.
Por último, Berloni se refirió a esos partidos que nadie se quiere perder, que son los clásicos antes Salto Grande y que en Concordia se lo vive de una manera muy particular. “Todo comienza con una preparación previa. No creo que ninguno del equipo que vaya a jugar un clásico se levante, se ponga los botines y vaya a la cancha. Para nada. Seguramente le costó dormir los días previos, sintió nervios, tensión. Es el partido a ganar. Nosotros por suerte venimos trabajando torneo a torneo para lograrlo y los resultados hablan por sí solos”, finalizó.