Andrés Martino/Ovación
Jacobo, un todoterreno
No para. Está todo el tiempo en movimiento y de buen humor. Comenzó de chico y tiene decidido no abandonar más su vínculo con el deporte. Se llama Leandro Jacobo, tiene 27 años y es jugador de Tilcara e integrante del seleccionado de la Unión Entrerriana de Rugby (UER), tanto en rugby de 15 como de 7.
Pero antes de asentarse en el deporte de la guinda pasó por varias disciplinas. Comenzó con bicicross y corrió en más de una oportunidad en el Parque Gazzano; luego hizo fútbol en Instituto y Patronato y jugó al básquet en los Intercolegiales. De grande volvió al fútbol para romper redes en las Ligas Independientes defendiendo los colores de Robin Hodd y después se volcó a los fierros, su gran pasión. Corrió picadas y se subió a una moto para meterse de lleno en el enduro.
Hoy, y no se sabe por cuánto tiempo más, le dedica su talento al rugby. Defiende los colores de Tilcara en el Regional del Litoral y conforma el seleccionado entrerriano de 15 y Seven.
Con la amabilidad y predisposición que lo caracteriza, Lea, como le dicen sus amigos, recibió en su casa a Ovación y se prestó al diálogo.
—¿Cómo comienza tu historia con el deporte?
—Desde chico me gustó andar en la calle, andar por todos lados y nunca estuve encerrado en casa. Entonces cualquier cosa que se me cruzaba por la cabeza la hacía y trataba de divertirme. Lo primero que tuve fue la bicicleta y al tener la bicicleta, como vivía cerca del Parque Gazzano, comencé a correr en bici. Y de ahí en más, de a poco, por conocidos comencé a jugar al fútbol y al rugby. Me gusta hacer de todo.
—¿Cuánto tiempo le dedicaste al bicicross?
—Yo nunca hice un deporte y después el otro. Corría en bici y después me iba a jugar al fútbol o también podía ir a jugar al básquet con la escuela a Buenos Aires o a algún lugar de la provincia. Iba variando.
—¿Te alcanzaban el día o las energías?
—No era problema de energía, sino de tiempo. Igual le daba mucha importancia al deporte y poca a la escuela.
—Y ya de grande te empezás a meter en historias más extremas, como el motocross o las picadas.
—El tema de las picadas viene ya de nacimiento porque mi familia es fierrera. Siempre me gustaron los autos y para una persona de clase media lo más accesible son las picadas. Y con el motocross es por las amistades que tengo. La mayoría de la gente que corre en moto es porque antes lo hizo en bici, es la misma rama. Entonces cuando uno crece, y encima tiene la posibilidad de comprarse una moto, da el salto de calidad.
—¿Se puede decir que el deporte es parte de tu vida?
—Sí, totalmente. Es lo más lindo. Uno crece físicamente, la competencia y la amistad la genera el deporte. Gracias a Dios conocí muchísima gente y muchísimos lugares gracias a los deportes.
—Y al deporte lo hacés para ganar y en serio, porque te he visto en competencia. No es que lo hacés solo para cumplir.
—En algunos aspectos es bueno y a veces es malo. Soy muy competitivo. Si me junto con mis amigos a jugar a la paleta les quiero ganar y eso que a mis amigos los amo. No me gusta perder a nada y con mis amigos discuto. Después la bronca pasa (risas). No me gusta perder a nada y eso hace al nivel de cada jugador. Si uno hace el deporte sin importancia, será uno más.
—Tu presente está enfocado en el rugby.
—Con mi club (Tilcara) este año no nos fue de la mejor manera y con el seleccionado de 15 sí, por suerte. Ahora convocado para la preselección para el Seven de la República. Estamos entrenando y metiéndole todo a eso.
—¿Y con el trabajo cómo te manejás?
—Por suerte tengo mi propio negocio así que a los horarios me los puedo llegar a acomodar. Antes, cuando era empleado se complicaba, pero siempre trataba de hacer deportes y como me gusta tanto a veces ni vacaciones tenía. Me pedía días para poder jugar o viajar a algún lugar.
—¿Hasta cuándo vas a hacer deportes?
—El rugby es un deporte que tenés que estar entrenado y muy bien en lo físico, así que llegaré a una edad en la que diré “no puedo más”, porque la competencia crece y uno no puede hacer nada. Lo veré de acuerdo a cómo me sienta yo físicamente. No tengo tiempos. El fútbol lo puedo seguir haciendo de manera amateur, si podés jugar parado (risas).
—Un mensaje para aquel que no hace deportes
—Yo trato de llevar siempre a la gente a mis grupos de deportistas para que se enganchen por la amistad y no solo por lo deportivo. Y que sepan que llega el fin de semana y que podés ir a jugar a lo que sea con tus amigos. El deporte no es solo estar dentro de la cancha, hay una vida social y eso es primordial junto a la salud.
EN ACCIÓN. Leandro Jacobo llevando la guinda tratando de ganar metros con su Tilcara en el Torneo Regional del Litoral de Rugby.












