Pensar en lo que O. P. hubiera llegado a ser en un futuro no es más que revolver una herida profunda, imposible de cicatrizar. Tenía 15 años y todos los sueños por delante. Ella y también sus papás. Quedaron truncos. La tarde del 10 de noviembre su papá se encontró con el peor de los escenarios. La adolescente había dado fin a su vida. La muerte de un hijo es inconcebible porque rompe con el orden natural de la vida, pero si es violenta e inexplicable, entonces el vacío, dolor y la desolación pueden llegar a límites inimaginables. La vida tuvo para mí un punto de encuentro con la mamá de O. durante los años de Secundaria. La misma vida nos llevó luego por distintos caminos, aun así sabía de sus hijas y de su hermosa familia. De carácter amable, divertida, su risa era una de sus características más peculiares. Hoy mi mayor deseo es que esa risa alguna vez vuelva a asomarse.
Por su familia y en su memoria
19 de noviembre 2016 · 08:15hs
La noticia corrió como reguero de pólvora y fue en sí misma un cimbronazo para los habitantes del paraje rural El Palenque, pero un incipiente rumor en las primeras horas tomó entidad después con las declaraciones de su tía, Imelda Bonsi, y entonces vino la indignación. Imelda volcó todo el dolor que le brotaba desde las entrañas en una carta que circuló por las redes y medios de comunicación, allí aseguró que su sobrina y ahijada sufrió hostigamiento en la escuela secundaria N° 73 de El Palenque y que eso había influenciado sobremanera en su drástica decisión.
Muchas cosas se han dicho y se seguirán diciendo, pero hoy O.P. no está y hay una familia devastada. Queda llorarla, mirar para adelante. Es horrible el nivel de maltrato con el que se manejan muchos adolescentes, pero no es muy diferente a la forma despectiva en que comunican muchos grandes y entonces vale la pena plantearse si no se trata del reflejo de una sociedad que se aleja cada vez más del amor al prójimo. Insultos, golpes, difamaciones, agresiones, todo es violencia.
Las estadísticas sobre acoso escolar en Argentina son alarmantes. Respecto de 2015, el bullying se incrementó un 33%. "Según el estudio nacional que elabora el Observatorio para la República Argentina de Bullying Sin Fronteras, la suma del primero, segundo y tercer trimestre del año 2015 finalizaron con 1.184 casos graves de bullying. Se considera desde el primer día de clases en el mes de marzo hasta el 30 de septiembre. Al realizar el estudio en el año 2016 encontramos 1.561 casos graves de bullying en las escuelas primarias y secundarias de la Argentina con lo que el aumento fue de un 33 por ciento con relación al año anterior, que ya había sido terriblemente violento", informó Javier Miglino, fundador de la ONG Bullying Sin Fronteras.
Y el problema hoy es que el bullying continúa en casa. El acoso sistemático en las redes permite que las agresiones continúen a través de Facebook, Twitter, Instagram y Snapchat. Ya no hay descanso para los chicos que son acosados y en algunos casos los acosadores son más agresivos a través de su computadora que en la vida cotidiana en la escuela.
El lunes a partir de las 9 habrá una marcha desde Plaza 1º de Mayo hasta el Consejo General de Educación de Paraná. Será para pedir Justicia por O.P., sus familiares consideran que en el ámbito escolar no estuvieron a la altura de las circunstancias, que se minimizaron situaciones que ameritaban ser atendidas por la escuela. El rol de las instituciones educativas para erradicar el bullying es clave, no se puede mirar para el costado, no se puede permanecer indiferentes porque es el aula uno de los escenarios más frecuentes de las agresiones y el bullying está matando. En memoria de O.P., por su familia y por quienes lo están padeciendo, es hora de involucrarse.