Mientras por estas latitudes todo aumenta y producto del gobierno de Cambiemos nos vamos haciendo un poquito más pobre todos los días, Mauricio Macri y su esposa, Juliana Awada, hicieron de turistas en la ciudad de Agra, en India, para visitar el Taj Mahal, símbolo del amor y uno de los monumentos más bellos del mundo. Igual el Presidente no se olvidó de nosotros y expresó que le gustaría que "cada día más argentinos" puedan viajar a India. Ante semejante anhelo solo podemos decir "gracias Mauricio", pero el jefe de Estado tendría que saber que su política económica no nos está dando respiro. Es más, nos está ahogando.
Exprimiendo al trabajador
19 de febrero 2019 · 22:16hs
La situación que atraviesa nuestro país es grave. Hay que salir a la calle, caminar unas cuadras para darse cuenta de que el panorama es desolador. Si uno vive en Paraná es peor, porque las calles están llenas de pozos y cloacas rebalsadas, pero más angustiante aún es observar los negocios que cierran, las familias enteras que andan revisando la basura y de la cantidad de gente que se queda sin trabajo.
La inflación acumulada de 2018 ya es la más alta desde 1991 y ayer el dólar traspasó la frontera de los 40 pesos. Así que ahora habrá que aprontarse para otro impacto al flaco bolsillo de los laburantes, esos que el lunes sufrieron en la capital entrerriana el incremento en el precio del colectivo. Marzo viene con suba del gas, luz y combustibles (según los seguidores de Cambiemos no pagamos nada antes, así que está bien que aumente). También se modifican para arriba los precios del transporte escolar, la carne, la leche, la yerba, el aceite por citar algunos productos. ¿A dónde apunta la política económica de Cambiemos? A casi cuatro años de gobierno lo único que queda en claro es que a los trabajadores, jubilados, pensionados, beneficiarios de planes sociales, estudiantes y discapacitados solo quieren secarnos, dejarnos sin ninguna posibilidad de reacción. Todo está por las nubes.
Macri no cumplió en nada. No bajó la pobreza, no hizo obras, no mejoró los ingresos de los jubilados, no le aumentó a los docentes, no inauguró jardines ni hospitales y quitó derechos. Es más, no mandó presos a los corruptos como dijo. Ya se nota demasiado cómo es utilizado el sistema judicial federal para tener a dirigentes opositores en la picota y utilizarlos como distracción cada vez que estalla un problema. Este año tenemos otra vez la posibilidad de elegir, de votar. La vez anterior el periodismo destacó las bondades del debate entre Macri y Scioli. Ese periodismo político es el mismo que presentó como abogado y contador a Marcelo D'Alessio, hoy acusado de haber extorsionado a un empresario en nombre del fiscal Carlos Stornelli.
D'Alessio no tiene ningún título universitario, según Infobae, pero nadie chequeó. Lo único que importaba era la mierda que decía y tiraba para indignar a doña Rosa, esa que siempre citaba Bernardo Neustadt. Ojalá que para el bien de todos los ciudadanos de bien el rumbo del país cambie. No importa si el próximo presidente es radical, peronista o socialista, lo único que hay que pedir es que sea inteligente y, si puede, honesto.