Creo que hay que ser contundentes y parar toda esta movida xenófoba que se impone desde el gobierno nacional y que es acompañada por varios referentes del peronismo, y que apunta a limitar desde todo punto de vista la presencia de extranjeros o inmigrantes en nuestro país.
El país creció con los inmigrantes
8 de febrero 2019 · 10:59hs
Si bien hay que decir que el delincuente, sea argentino o extranjero, debe ser sancionado y condenado por los hechos que comete, de allí a ver que un boliviano, colombiano, paraguayo, uruguayo, venezolano o sirio, por decir algunos, son potenciales delincuentes sencillamente por su nacionalidad es banalizar una política de seguridad.
En esa línea un sector del macrismo impulsa la idea de arancelar la salud pública a los extranjeros. Por más que en Bolivia se le haya cobrado a un argentino hasta el papel higiénico que usó en el hospital, no se debe responder con la misma moneda.
Argentina tiene una historia muy ligada con los extranjeros o inmigrantes que eligieron estas tierras para hacer un país más grande y un verdadero crisol de razas.
Mis abuelos son españoles, polacos y judíos, y creo que la mayoría de los dirigentes políticos tienen una raíz externa, por lo que no se justifica para nada la xenofobia.
Además de las estadísticas oficiales que marcan que en la inseguridad no es determinante la presencia de extranjeros, lo mismo que los condenados en las cárceles, hay como una postura de creernos los mejores del continente y disponer medidas restrictivas para las personas que deciden vivir en nuestro país.
Debo decir que si en un hospital faltan insumos para los ciudadanos, no se va a mejorar la calidad de la salud en los nosocomios porque no se atienda gratis a los extranjeros. Tal vez si los políticos actuales y anteriores dejaran de robar, todas las falencias podrían desaparecer sin tomar acciones demagógicas y electorales.
Les voy a contar un ejemplo que me enteré ayer mientras escribía estas reflexiones. Consulté al intendente de Colón, Mariano Rebord, por la relación con los uruguayos. "Es obvio que vienen en caravana a Colón al hospital porque la salud, los médicos y los enfermeros son muy reconocidos, pero además les vamos a levantar un monumento a los turistas, inmigrantes o extranjeros que están llegando por estas horas", explicó, para informar: "La ciudad cambió abruptamente, bajó el río y gracias a los visitantes se movió todo el sistema comercial. Comenzamos a revivir de la crisis y esto es muy bueno por lo que disponer medidas restrictivas es francamente contradictorio para las poblaciones fronterizas".
El intendente dijo: "Hoy a los uruguayos les conviene venir a comer a Colón, a Concordia o a Gualeguaychú. A realizar sus comprar, ir al hospital, ir al teatro o a la playa. Es consumo puro".
Se necesita ser muy torpe para considerar que los extranjeros son enemigos o personas de segunda categoría como algunos funcionarios quieren hacernos ver. Que los perdone la historia, que marca la relación con los inmigrantes y sus antepasados.