Pasaron 10 años de aquella noche inolvidable para el básquet de Paraná. Sionista viajaba a Neuquén luego de 26 horas para enfrentar a Boca por los cuartos de final del Súper 8. Los paranaenses, recién ascendidos a la Liga Nacional, se ganaban el derecho de jugar entre los ocho mejores equipos del país por haber terminado primeros en la Zona Norte con nueve triunfos y cinco derrotas. El único rival que no pudo vencer fue Regatas de Corrientes.
El día que Leo sacó a Sioni de la mitad de cancha
26 de noviembre 2016 · 11:39hs
Aquel 24 de noviembre de 2006 el imponente Estadio Ruca Che se vistió de lujo y los amantes del básquet se acercaron al primer turno para ver al poderoso Boca.
El equipo dirigido por Sebastián Svetliza, con su sello colectivo y una defensa sólida, le planteó un partido de igual a igual y contra todos los pronósticos al Xeneize de Gabriel Picatto. La prensa porteña especializada descubrió un par de jugadores nuevos que mostraron "la chapa" y que luego iban a formar parte de la elite. Ale Zilli fue uno de ellos. El pivote le hizo frente a Martín Leiva y se bancó todos los roces. Y Mariano Byró, el Mini Manu como lo había definido Julián Mozo en Olé por su gran presente en la temporada, convirtió 25 puntos y fue el goleador del partido. El juego se disputó un jueves. Con Julián Stoppello, periodista que cubría para El Diario, habíamos armado un bolso para cuatro días esperando el milagro. Si Sionista ganaba nos quedábamos hasta el domingo, jugaba semifinales el sábado y si perdía, por el tercer puesto el día después. Los entrerrianos salieron con Roque Fernández, Byró, Robinson, Alexander y Zilli. Completaron el banco Radavero, Hure, Franco, Ferrero y Carnovale. Boca, por su parte, salió con Legaria, Oroná, Spillers, Gutiérrez y Leiva. Sionista fue palo y palo hasta el final y luego de una tapa de Alexander y un contragolpe del propio extranjero, pasó al frente por dos con pocos segundos por jugar. Sionista estaba a punto de dejar afuera a Boca y con Julián apretábamos las manos porque se dilataba la estadía. La bola fue para Leo Gutiérrez, que apenas si llegó hasta la mitad de la cancha. Sobre la carrera, el verdugo tiró la bola al aire como quien se desprende de algo que no quiere. La bola pegó en el tablero y cayó violenta. Ganó Boca 63-62.