Ayer por la mañana un grupo de integrantes de la Central de los Trabajadores Argentina (CTA) y de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), se reunió para realizar una ofrenda floral a las víctimas locales del estallido económico, político y social del 19 y 20 de diciembre de 2001: Eloísa Paniagua, Romina Iturain y José Daniel Rodríguez.
El homenaje fue a las 11 en la Plaza 20 de Diciembre, ubicada en el Parque Varisco de Paraná. Si bien no estuvieron presentes los familiares y allegados de las víctimas, el secretario general de la CTA Entre Ríos, Luis Gálligo, enfatizó en que “con ellos se han realizado diversas actividades en conjunto en distintas oportunidades, ya que se trata de una fecha clave en nuestra lucha”.
“En esta oportunidad recordamos a José Daniel, Romina y Eloísa. Siempre los hemos tenido en cuenta; son muertos en la democracia por resistir contra el final del neoliberalismo”, dijo.
En ese orden, señaló: “El 19 y 20 de diciembre de 2001 marcaron el final de una década realmente lamentable, como fue la de 1990. En ese entonces sufrimos las consecuencias de las políticas neoliberales llevadas a cabo por el expresidente Carlos Menem. Fue una época de destrucción del país, donde el 25% de los argentinos se hallaba inmerso por debajo de la línea de indigencia y más del 54% por debajo la línea de pobreza”.
“En esa instancia el pueblo superó a la dirigencia política y la conducción de la CTA tuvo un rol preponderante en la provincia”, destacó el dirigente.
Faltan pocos días para la llegada de las Fiestas de Navidad y Fin de Año y las ausencias de quienes perdieron la vida en el marco del estallido social del 2001 se hacen notorias. Pasaron 13 años del aquel capítulo de la historia que tuvo como desenlace la caída del gobierno de Fernando de la Rúa, tras la represión a manos de las policías provinciales y Federal, que causó la muerte de 39 personas.
En la capital entrerriana, la represión policial fue sangrienta y se llevó la vida de tres personas, dos de ellas menores.
Una de ellas fue Eloísa Paniagua, de solo 13 años, quien encontró al muerte cuando un policía le disparó en el parque Berduc con su pistola reglamentaria. La adolescente volvía de una de las sucursales de una cadena de supermercados, ubicada en calle San Juan, y al encontrarse con la policía huyó junto con otros vecinos del barrio Maccarone, con quienes había ido a pedir alimentos.
En tanto, Romina Iturain falleció en las inmediaciones del hipermercado de calle Larramendi. Tenía 15 años y estaba en la casa de una prima, tomando mate en la vereda, cuando un balazo la alcanzó en el pecho y la hirió de muerte. Sumida en la tristeza, ayer su familia se excusó diciendo que preferían no hablar sobre el episodio.
La tercera víctima fue José Luis Rodríguez, un militante de 25 años de la Corriente Clasista y Combativa (CCC). Su cuerpo apareció en el Parque Nuevo, días después de los hechos. Se determinó que el joven había muerto el 19 de diciembre.
Homenaje en memoria de Romina, Eloísa y José Daniel
Crisis del 2001
En diciembre de 2001 la profunda crisis que vivió la Argentina dejó como saldo una escalada de saqueos y represión, en la que hubo 39 muertos.
El 20 de diciembre, tras decretarse el estado de sitio, el entonces presidente Fernando De la Rúa presentó su renuncia y abandonó la casa de Gobierno, huyendo en helicóptero.
En menos de dos semanas, el país tuvo cinco presidentes: tras la dimisión de De La Rúa, ocuparon el sillón en la Casa Rosada Ramón Puerta, Adolfo Rodríguez Saá, Eduardo Camaño y Eduardo Duhalde. En ese entonces, Argentina entraba en su cuarto año de recesión, con altos índices de desempleo y gran parte de su población sumida en la pobreza.
A 13 años del estallido piden justicia
A pesar de que el 20 de diciembre hubo tres muertos en Paraná, solamente en un caso se condenó al autor material. Se trata del cabo Silvio Martínez, quien disparó con su poistola 9 milímetros contra Romina Paniagua, la joven de 13 años que fue a pedir comida a un supermercado, luego de que en una radio anunciaran que en esa sucursal de calle San Juan se iba a repartir mercadería entre la gente.
El entonces jefe de la fuerza, Victoriano Ojeda, había dicho que a Martínez se le cayó el arma y se disparó accidentalmente.
El cabo fue sentenciado en mayo de 2003 a la pena de 10 años de prisión. Estuvo alojado en la Unidad Penal Nº 1, pero en 2009 se acogió al beneficio de la libertad condicional.
Los restantes casos siguen impunes y no hubo condena de los responsables políticos. En esa fecha Sergio Montiel, quien falleció en 2011, gobernaba la provincia.
Desde la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA) Entre Ríos, señalaron ayer en el acto en el que se recordó a las víctimas: “A 13 años seguimos pidiendo juicio y castigo para los responsables políticos de aquellos hechos”.