El campeonato del mundo de Fórmula 1 llegará abierto a la última carrera en Brasil dentro de una semana: el británico Lewis Hamilton ganó hoy en el Gran Premio de Estados Unidos por delante del alemán Sebastian Vettel, segundo por delante de su único rival por el título, el español Fernando Alonso, al que supera ahora por 13 puntos.
Hamilton ganó en Estados Unidos y se definirá en Brasil
El español de Ferrari minimizó los daños que tras la clasificación del sábado se preveían graves, ya que iba partir octavo mientras Vettel lo haría con su Red Bull desde la pole position.
Pero Alonso brilla los domingos de carrera y se aprovechó de su buena salida, de la avería del australiano Mark Webber y de que Hamilton recuperó el brillo perdido en las últimas carreras. El británico superó a Vettel en ritmo y su nombre lucirá como el primer ganador en el Circuito de las Américas de Austin.
La semana que viene, Brasil vivirá un Gran Premio de infarto en el que pese a todo, Vettel será el gran favorito al tener que defender 13 puntos de renta con un coche más rápido que el Ferrari, aunque la avería hoy del Red Bull de Webber puede dar esperanzas a Alonso y la scuderia.
En la salida Alonso ya consiguió ascender al cuarto puesto que necesitaba como mínimo para evitar el título de Vettel, siempre que el alemán ganara la carrera.
Se aprovechó de la sanción a su compañero en Ferrari, el brasileño Felipe Massa, para avanzar una plaza, de la octava a la séptima, en la parrilla y salir así desde la zona limpia, la de mejor agarre en los primeros metros.
El español, siempre fino en los arranques, lo aprovechó y se situó tras la primera curva cuarto tras superar al Mercedes de Michael Schumacher por fuera.
Vettel salió mandando y su compañero, Webber, se situó segundo al aprovechar la zona limpia de la salida y adelantar a Hamilton, que partía segundo.
Sin embargo, el británico recuperó pronto el segundo lugar e incluso se fue en busca de Vettel, que no podía escaparse y veía por el retrovisor cómo el McLaren se acercaba.
Tras el dominio de todas las sesiones de entrenamiento y de clasificación, todo apuntaba a un cómodo triunfo de Vettel, pero no fue así.
En la vuelta 17, otra buena noticia para Alonso porque el Red Bull de Webber desfalleció por un problema mecánico. El Ferrari se ponía tercero y minimizaba los daños.
En la vuelta 21, Hamilton cambió unos neumáticos que ya habían empezado a degradarse, lo que permitió a Vettel ganar distancia. Alonso también entró en boxes y una vuelta después lo hizo el líder de la carrera.
El finlandés Kimi Raikkonen mantuvo a su Lotus en el asfalto, lo mismo que Massa y el otro McLaren, el del británico Jenson Button, que trataron de meterse en la pelea por el podio con un Alonso que sufrió al principio con los nuevos neumáticos duros.
El español defendió el peldaño más bajo del podio, mientras Vettel volvía a sentirse amenazado por un Hamilton irregular y con rendimiento elástico: se acercaba y se alejaba.
El inglés, que volaba ya con los neumáticos duros, se echó encima del alemán, obligado a hacer la vuelta rápida en carrera para defenderse. Hasta que no pudo más. En la vuelta 42, Hamilton lo adelantó y tomó el mando.
Alonso, tercero, minimizaba daños y sólo cedía tres puntos a Vettel, que deberá aplazar la fiesta por un tercer título con el que también soñará el español hasta el final.