Matías Larraule / Ovación
Guantes nuevos para el Decano
El plantel de Atlético Paraná parecía cerrado hace 12 días. Sin embargo, el panorama cambió tras la inesperada salida de Agustín Bossio. La dirigencia Decana tuvo que asimilar rápidamente el golpe y ponerse a buscar al reemplazante de Chiquito, quien retornó a Patronato.
En barrio San Martín encontraron a un nuevo valor que llega para custodiar la valla. Emilio Crusat es el nuevo arquero del Rojiblanco. El arquero bonaerense proviene del ascenso de España, donde integró las plantillas del Cultural Leonesa y de Unión Deportivo Altea.
El flamante jugador del elenco dirigido por Edgardo Cervilla arribó ayer a la capital entrerriana, proveniente de su natal General Villegas. Fue recibido por el directivo Gustavo Osuna, quien lo acompañó a la pensión que la entidad tiene en las adyacencias del estadio Pedro Mutio. Luego salió a caminar, tomó un poco de oxígeno y enfrentó los micrófonos de Ovación.
“Tenía muchas ganas de instalarme en el fútbol argentino y el representante de un amigo me contó la posibilidad de venir a Atlético Paraná. Sabía que había muchas categorías cerradas y estaba la posibilidad de jugar en el Argentino B. Ahora espero comenzar de la mejor manera”, deseó el arquero, de 23 años.
Al momento de diferenciar las categorías de ascenso del Viejo Continente con la de Argentina, mencionó: “Es otro fútbol y existen otras estructuras, pero sigue siendo fútbol y es tan complicado como en todos lados. En cuanto al juego, si bien nunca jugué un Argentino B, lo conozco por haber visto partidos que juegan cerca de General Villegas, la ciudad de donde soy. Sé que es una categoría muy física, pero después la voy a ir conociendo mejor con la competencia”.
Su misión cercana será ganarse un lugar en el 11 inicial. Compite directamente con Marcos De Tobillas, quien a priori le estaría sacando una luz de ventaja. De todos modos, restan tres semanas para que la redonda comience a girar oficialmente. Esto le abre las esperanzas al bonaerense. “Hice pretemporada con otro equipo (El Linqueño) y físicamente me sumo en igualdad de condiciones, con la diferencia que De Tobillas conoce al cuerpo técnico, los compañeros y la institución. De todos modos, queda la recta final de la pretemporada y tendré que dar todo ahí”, apuntó.
Crusat sabe que se integró a una entidad donde todo se hace a pulmón, pero que deportivamente fue creciendo en los últimos años. “Sé que es un club con mucho sacrificio que intenta hacer bien las cosas para hacer un buen año. Creo que si trabajamos en esa línea, existe la posibilidad de cerrar un buen año”, aseguró.
Cerrar un buen año es sinónimo de finalizar la temporada en una categoría superior. “Desde el momento que se contactaron conmigo, el mensaje fue claro. Sé del esfuerzo que está haciendo esta dirigencia, sumado al que realizó en la temporada pasada. Por eso esperan un gran año, y para eso significa ascender de categoría”, cerró.