“Estamos perdiendo plata y no salvamos ni los costos. Sacá la cuenta que históricamente el precio de la garrafa tenía una equivalencia con dos o tres kilos de carne, sea pulpa o asado”, graficó uno de los empresarios del rubro de las distribuidoras de gas de la capital provincial, ante la consulta de UNO.
Gas envasado: reclaman por desfasaje del 50% en el precio
A nivel nacional, las empresas fraccionadoras y distribuidoras de gas licuado –a través de sus cámaras gremiales– reclamaron la urgente actualización de los precios de referencia del gas butano envasado tal como está establecido en la Ley Nº 26.020. Piden la emergencia del sector y la suspensión por un año de inversiones ante la situación planteada a la Secretaría de Energía de la Nación.
En la ciudad operan seis firmas habilitadas para la comercialización y reparto del gas envasado.
La garrafa de 10 kilogramos tiene hoy un valor de 420 pesos, y con la entrega a domicilio, 480 pesos.
Se trata de un envase que tiene su valor regulado y subsidiado.
“Te lo explico concretamente: a nosotros nos cuesta 100 pesos buscar y traer cada garrafa desde Rosario; allá nos cobran 270 pesos cada una. A eso sumale los impuestos provinciales y nacionales, los municipales, sueldos y aportes; y todo el resto de la actividad: supervisión de los depósitos, auditores, medidas de seguridad, estado de los vehículos, seguros y revisiones, combustibles, y la lista sigue. Es imposible, es una situación desesperante”, comentó Oscar Díaz, un histórico empresario del sector.
Ante la consulta de UNO, sostuvo que cerca de la mitad de la población se abastece de este suministro para sus necesidades.
Sin embargo en el mercado hay una alta ilegalidad: comercios pequeños de barrios comercializan estos envases sin las medidas de seguridad ni controles exigidos por las autoridades.
Una garrafa de 10 kilos, en una familia humilde, puede rendir unos 10 o 15 días para cocinar, se estima.
Mientras que el tubo de 45 kilogramos, que no tiene subsidio estatal, tiene un costo cercano a los 4.000 pesos.
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Desfasaje
“Hoy el desfasaje de costos supera el 50%. Estamos viviendo un muy mal momento, y aguardamos resoluciones de la Nación”, planteó.
En la capital provincial las seis firmas autorizadas emplean a aproximadamente un total de 50 trabajadores, aunque muchas otras familias dependen de la actividad.
El último ajuste del precio del gas envasado se dio en octubre, y fue de un 25%.
Ahora afirman que es imprescindible la autorización de un incremento ante la situación de quebranto que atraviesa el sector, por lo que fraccionadoras y distribuidores solicitan la urgente intervención por parte de la Secretaría de Energía de la Nación, ante el “riesgo a una industria que requiere brindar un servicio en condiciones de calidad y seguridad”.
El sector fraccionador de gas licuado da empleo directa e indirectamente a más de 9.000 personas y abastece con altos estándares de eficiencia a más de 5 millones de hogares con un combustible ecológico, 100% nacional y que es fundamental para el entramado familiar del país.
La cámara que agrupa a las fraccionadoras y distribuidoras evalúa pedir la suspensión de inversiones por el plazo de un año en renovación de camiones y en la recalificación de envases garrafas y tanques a granel, ante la situación de quebranto por los altos costos y baja rentabilidad.