Francisco espera en Roma un llamado desde Buenos Aires para expulsar a Julio César Grassi de la Iglesia Católica. Ese llamado debe informar que la Corte Suprema rechazó su pedido de revocación de la condena de 15 años que debe pagar por abuso de menores. Ricardo Lorenzetti, titular de la Corte, estuvo con el Papa en Roma y conoce su interés por una causa que le duele personalmente.
Francisco expulsaría a Grassi de la Iglesia
El Papa señaló hoy que "me siento interpelado a hacerme cargo de todo el mal que [hicieron] algunos sacerdotes. Bastantes en número, no en comparación con la totalidad. Hacerme cargo de pedir perdón del daño que han hecho por los abusos sexuales de los niños".
Francisco guarda una copia del expediente abierto en Buenos Aires para investigar a Grassi y no tiene dudas sobre su culpabilidad. Sólo espera ese llamado para activar los mecanismos jurídicos que impliquen su expulsión de la Iglesia para siempre.
"La Iglesia es consciente de este daño; es un daño personal y moral de ellos... No vamos a dar un paso atrás en lo que se refiere al tratamiento de estos problemas y a las sanciones que se deben poner, al contrario. Creo que debemos ser muy fuertes. Con los chicos no se juega", aseguró Francisco, en un mensaje que llegó fuerte y claro a la defensa de Grassi.
El 10 de junio de 2009, Grassi fue condenado a 15 años de prisión por un tribunal oral, en una sentencia que fue confirmada por el Tribunal de Casación y la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires. Frente a estos antecedentes jurídicos, la Corte fallará en consecuencia.
Francisco espera que su teléfono suene antes de la feria judicial de invierno. Pretende llegar a Jerusalem con este desagradable tema resuelto. Sabe que es una asignatura pendiente y quiere cumplir con sus fieles y su conciencia.
Fuente: ArgNoticias