Los amantes de los deportes náuticos afrontan dos problemas que, si bien tienen diferentes niveles de intensidad, no dejan de ser preocupantes. Uno es la pandemia por el coronavirus que les prohíbe, al igual que en otras actividad, cualquier tipo de navegación.
FEV: Timoneles y nautas, bajo una misma causa
Por Mauro Meyer
El otro es la histórica bajante del Río Paraná, que trajo problemas en algunos clubes debido a que las embarcaciones se encuentran suspendidas sobre el barro. Ante esto, la Federación Entrerriana de Velas (FEV) acompañó el pedido de las entidades para que se permita el ingreso de los socios para que realicen diferentes trabajos de mantenimiento sobre los barcos.
Además, solicitó que los nautas que utilizan monoplazas puedan salir a navegar, siempre y cuando se respete a rajatabla el protocolo sanitario elaborado para la ocasión.
Sobre esta situación, el presidente de la FEV Alejandro Curto manifestó que “hay mucha inquietud entre los deportistas y los propietarios de las embarcaciones”. “La Federación abarca varias disciplinas, desde los barcos de fórmula o cabinados, pasando por los veleros tripulados por dos personas y los monoplazas. En este sentido, toda persona que navega en solitario, al aire libre y sin contacto con otro deportista podría navegar sin problemas. En esto pongo como ejemplo al kite surf, el windsurf, el SUP (stand up paddle) y el optimist. Sin entrar en comparaciones, son actividades que no deberían estar restringidas”, agregó.
Curto dejó en claro que todo se podría dar bajo la aplicación de un protocolo que se debe respetar sin concesiones: “Todo sería bajo los requisitos de la World Sailing o de la Federación Argentina de Yachting. Cada club en Entre Ríos también tiene una serie de protocolos sanitarios preparado, porque ellos saben cuántas personas se pueden ha bilitar para entrar, qué turnos se pueden dar y que medidas deben tomar para que no haya aglomeraciones”.
En otro tramo de la charla, el dirigente habló sobre otra problemática que hoy tienen los propietarios de diferentes embarcaciones, y es el mantenimiento de las mismas. “La Federación también mostró su apoyo a que por lo menos se pueda entrar a los clubes para hacer el mantenimiento de los veleros grandes. Porque lo que debe saber la gente es que no todo es subirse a un velero y salir a competir. Ese es el final de todo un proceso de conservación, de limpieza y de trabajos en general en los barcos en sus diferentes variantes”.
A raíz de esto, Curto manifestó que tuvo conversaciones con José Gómez, secretario de deportes de la provincia. “Hay una realidad y es que los clubes están cerrados. Pero también nos preocupa que un barco que permanece cerrado se deteriora de una manera increíble. Hay que pensar en baterías, en velas, en la humedad, sobre todo si llueve. La integridad del barco corre peligro. La complicación más grande es la bajante del río. En el Club Náutico Paraná (del cual Curto es el vicepresidente) no tiene este problema, porque se tomaron las previsiones del caso y tiene las instalaciones adecuadas. Pero en otros lados se vive una situación diferente, hay barcos sobre el barro y por eso la Federación Entrerriana escuchó los reclamos de los nautas y salió a apoyar el tema del mantenimiento y la conservación estructural. Es riesgoso desde varios puntos de vista y puede haber una pérdida importante en materia económica. Las amarras sirven para mantener un barco que está flotando y es totalmente diferente la carga que sufren si llega a venir un viento fuerte. Eso puede terminar en un desastre”, sentenció.
Por último, el presidente de la FEV expresó que más allá de expresar la inquietud en un comunicado, no pueden tomar decisiones de manera arbitraria. “Solamente escuchamos y apoyamos la gestión de los clubes. Dimos nuestra opinión en un para que se tomen las medidas necesarias. En la medida que se pueda seguiremos trabajando para que las categorías monoplazas puedan navegar. No tiene sentido que estén prohibidas. En mi opinión es menos riesgoso estar navegando en el río, al aire libre, que caminando por la costanera. No hay forma de entrar en contacto con otro nauta. Siempre respetando el protocolo de seguridad. En esto hay que poner énfasis y recalcarlo siempre. Esto ayuda para que el deporte se libere cuanto antes”, finalizó.
Federico Aguilar y una espera que se hace larga
Días pasados, Diario UNO publicó una nota donde se mencionó el protocolo que se armó para regresar al agua en tiempos de cuarentena obligatoria. El kite surf, una disciplina que creció a pasos agigantados, tuvo como exponente a Federico Aguilar, quien al día de hoy reconoció que todavía no tuvieron una respuesta.
“Tendríamos que estar habilitados en esta fase 4 de la cuarentena, en particular un deporte como el nuestro donde estás solo en el agua y no compartís material con nadie. Pero todavía estamos esperando. Hay que ver que pasa en los próximos días, espero que podamos volver a practicar lo antes posible. La preocupación que tenemos nosotros, como así también los propietarios de las embarcaciones, es entendible desde todo punto de vista. Además, hay gente que tiene que entrenar como en mi caso y no es lo mismo hacerlo desde casa que en el río”, indicó.