Alrededor de las 18.30, Fermín Wingerter ingresó en silla de ruedas al octavo piso del hotel Mayorazgo acompañado por sus padres Eduardo y Mary y varios amigos. El pibe de 20 años volvió a nacer luego de sufrir un grave accidente que le impide caminar. Jugó al fútbol en Belgrano de Paraná, al futsal, e hizo un par de años muay thai. Estudió en el Colegio Don Bosco y como no estaba seguro qué carrera seguir decidió salir del país con un amigo a través del sistema Work and Travel.
Fermín, el pibe que volvió a nacer
La mañana del 21 de septiembre de 2018, mientras trabajaba en una granja de Nueva Zelanda cargando terneros en un acoplado, se resbaló y el eje del trailer empujado por una camioneta lo pasó por encima. “El eje me pega en la espalda, me dobla y me hace un sanguchito. Me quebré la pelvis en dos partes, la primera y la segunda costilla, la escápula y lo más grave fue la lesión en la médula”, detalló en una entrevista realizada por UNO. Desde ese día Fermín no volvió a caminar.
Luego de varios meses de rehabilitación regresó a Paraná a empezar con una nueva vida. Comenzó a jugar al básquet adaptado en Cilsa de Santa Fe, en enero, un mes después de regresar al país ante el asombro de sus compañeros. Y al poco tiempo fue convocado a la Selección Argentina. “Cuando les contaba que hacía cinco meses que me había partido la espalda, no entendían nada y muchos me decían que empezaron a salir a los dos años”, contó. Entrena tres veces por semana y hoy es parte de uno de los equipos que juega la Liga Nacional, una competencia que se desarrolla por triangulares, una vez al mes. “Me encantó el deporte y la llevo bien. Me hace bien a la cabeza”, manifestó en aquella entrevista. Un crack.
Fermín recibió el Premio Ovación y recibió un cálido aplauso de sus familiares y amigos y concurrentes. El chico de Paraná es un ejemplo de fortaleza y superación. Hoy persigue el sueño de triunfar en la Selección y el día de mañana ser un profesional académico. Cursa con éxito la carrera de Bioingeniería en la Facultad de Oro Verde de la Universidad Nacional de Entre Ríos.
“La verdad que lo tomé muy bien y siempre es una alegría que me llamen para estos eventos. Estoy contento y muy agradecido. Estas cosas dan fuerza y como todos los reconocimientos lo ayudan a uno a seguir adelante y lo alientan en el camino que sigue. Esto da fuerza. El año deportivo fue positivo y esperemos seguir metiéndole”, comentó Fermín luego de recibir el premio de manos del Gerente General, Alejandro Cartasso.