La flexibilización de las restricciones en esta fase de la pandemia permitió que eventos sociales, boliches, y otros rubros vinculados con la nocturnidad volvieran a funcionar en el marco de una nueva normalidad. Se trata de actividades económicas que propician fuentes de trabajo en forma directa o indirecta. Con la apertura paulatina de los boliches creció la demanda de diferentes servicios, como por ejemplo el de los controladores de admisión y permanencia. Aunque ser contratado para un evento no implica siempre que se respeten los derechos de los trabajadores. Las tareas de control de admisión y permanencia de público en general en espectáculos públicos está regulada por la Ley Nº 26.370 que aún no está reglamentada en la provincia. El representante en Entre Ríos del Sindicato Único de Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia de la República Argentina (Sutcapra) Gustavo Neumayer, admitió que “el 99,8% de los que trabajan en la noche como control de admisión y permanencia están en negro, pero tenés gran parte de policías que ofician como grupos de seguridad”.
Eventos: controladores exigen mejores condiciones laborales
UNO/Mateo Oviedo.
Boliches y pandemia: Gustavo Neumayer y Sergio Zanotta, afirman que creció la demanda del servicio en eventos.
El planteo –dijo– está dirigido a quienes contratan el servicio “porque prefieren pagar menos dinero y llevan a trabajar gente por el tamaño del cuerpo. Hoy el cuerpo pasa a un segundo plano, porque hoy tenemos que ser preventores, usar la cabeza más que el físico”.
De esa manera se explayó acerca de las capacidades de los controladores: “A diferencia del personal de seguridad o de lo que antes se conocía como patovica, aparte de cuidar los bienes, están preparados para cuidar a las personas. Por eso tenemos una continua capacitación en materia de primeros auxilios, desobstrucción de vía aérea, cómo actuar en siniestros o evacuaciones, o en Reanimación Cardio Pulmonar (RCP). El año pasado nos capacitamos con la Ley Micaela”, indicó Neumayer durante una visita a UNO.
Insistió en la responsabilidad de los empresarios cuando contratan personal para un determinado evento. “Antes de la pandemia llegamos al punto de pedir inspecciones por la Secretaría de Trabajo de la Provincia. Tuvimos que recurrir a esa herramienta, que no queríamos utilizar. Luego hubo enojos, pero es la única salida que nos dejaban, porque los visitábamos muchas veces”, enfatizó.
Encuadre legal
El Sutcapra desde su creación bregó por la regularización de las condiciones laborales de los trabajadores de la noche. Después de golpear muchas puertas, se logró que el parlamento provincial adhiriera a la Ley nacional Nº 26.370. Los legisladores identificaron a la Ley provincial con el número 10.517. Al mismo tiempo se presentaron proyectos de ordenanzas en Paraná y en diferentes ciudades de la provincia. “Ahora falta la reglamentación de la ley provincial. Le hemos presentado el proyecto de reglamentación a la ministra de Gobierno, Rosario Romero, y hasta ahora quedó varado”, aseguró Neumayer.
Otro de los representantes del sindicato, Sergio Zanotta, dijo que la importancia de la reglamentación radica en que es la herramienta para que se pueda instrumentar el registro de controladores. Es el paso previo para que los trabajadores puedan realizar un curso que se dicta a nivel nacional y es avalado por el Centro de Capacitación de Formación Profesional 420. “Se entrega un carné habilitante”, destacó.
En ese marco se han realizado diferentes gestiones con los gobiernos municipales y en el caso de Paraná se informó que es inminente la aprobación de un registro de controladores a nivel municipal. “Esto permite hacer un filtrado, porque se sabe que las personas que están trabajando en diferentes eventos realmente están capacitadas y están en óptimas condiciones para poder desempeñarse. Para poder acceder al carné se deben reunir los siguientes requisitos; un certificado físico-psíquico y el Secundario completo. Lo más importante es no tener antecedentes penales”, enumeró Neumayer.
Consultado por la cantidad de controladores registrados y que cumplen con las condiciones, Zanotta respondió: “Sí y no. Hoy en día no hay un número fijo, no sabemos en realidad. Se necesita hacer el registro. Por cuestiones económicas, por la pandemia, la gente sigue trabajando en negro. El interés del sindicato no es dejar sin trabajo a nadie, sino que queremos contener a los trabajadores con leyes propias. Y buscar que los organizadores de los eventos lleguen a blanquearlos. Eso tiene dos cosas a favor: una para el empleado, porque tiene su recibo de sueldo, que te da el derecho a acceder a todas las leyes sociales. Se cobra exactamente igual y al dueño no le sale más. Por otro lado el empresario se cubre porque está respaldado por un sindicato. Es algo que hay que tratar de cerrar, lo que nos falta es la reglamentación de la ley. No se quiere dejar sin trabajo a nadie”.