Un grupo de siete estudiantes franceses llegó hace casi dos semanas a la Argentina para realizar tareas solidarias en el barrio El Morro, en Paraná. Tienen entre 17 y 21 años y aprovecharon sus vacaciones para sumarse a esta iniciativa.
Oriundos de distintas regiones de su país de origen, se unieron en esta misión convocados por la comunidad de los Servidores de Jesús y María, con sede en la Argentina en la Casa Padre Lamy, en Oro Verde.
Así llegaron a una de las zonas más vulnerables de la capital provincial, donde prestaron servicios acompañados por el padre Samuel Conet, a cargo de la comunidad asentada en la vecina localidad, quien los guió junto a un grupo de colaboradores.
Entre las tareas que llevaron a cabo, pintaron y refaccionaron la cocina y un saló de la Escuela de Apoyo María Reina Inmaculada. También armaron con maderas una casita con una hamaca para que puedan jugar los niños de las inmediaciones del lugar.
Dispuesto a brindar su testimonio, Pedro Emmanuel señaló a UNO que es la segunda vez que viene a Paraná. Tiene 20 años y llegó desde Francia con sus pares Guillermo, Fucu, Enrique, Estanislao, Graciana y Clara. “El año pasado había venido a una misión similar en el Volcadero”, dijo.
Con un castellano prolijo, contó que se encontró con realidades difíciles en las zonas que pudo visitar. “Es muy interesante esta experiencia y poder compartir vivencias con la gente en El Morro, que es muy acogedora y me gusta pasar el tiempo acá. He visto situaciones tan diferentes a las que encuentro en Francia, pero disfruto de las semanas que paso acá”, expresó, a la vez que señaló que por las mañanas trabajó en la confección de la hamaca para los niños y por las tardes pudo compartir su tiempo con los niños o visitar a las familias del vecindario.
Por su parte, Estanislao, también de 20 años, indicó que había estado antes en la Argentina misionando, y desde la capital provincial partió junto a jóvenes paranaenses para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebró en 2013 en Río de Janeiro, con la presencia del papa Francisco. “Es una experiencia incomparable estar acá. Quiero venir cada año a esta misión que nos proponen los servidores de Jesús y María”, aseguró.
El fin de semana terminaron su tarea, con una misa y un pequeño ágape, y expresaron su satisfacción de poder brindar su aporte solidario en un espacio tan postergado y a la vez forjar lazos de amistad y hermandad con personas que viven a muchos kilómetros, pero que siempre se sentirán cerca cuando los convoque el anhelo de ayudar a otros.
Testimonio de amistad
Daniel Martínez es profesor de Ciencia Sagrada y fue uno de los anfitriones que recibió al grupo de jóvenes franceses. En diálogo con UNO, sintetizó: “Para mí fue una experiencia nueva, muy linda, con un intercambio cultural muy agradable”.
Asimismo, señaló: “Son chicos jóvenes que están terminando una carrera y vienen con deseos de servir y ayudar. Ocupan sus vacaciones en algo que sea distinto a descansar”.
Para poder llevar a cabo la labor, se levantaban muy temprano. “A las 7.30 teníamos el oficio del outlet, donde todos rezamos y cantamos para ofrecer nuestro corazón a Dios. La fuerza de las oraciones es muy importante para nosotros”, aseguró Daniel.
A diario desayunaban a las 8 y hasta el mediodía realizaban los trabajos para compartir luego un almuerzo comunitario. A partir de las 15, luego de dormir una siesta, compartían actividades grupales de recreación, para conocer e integrarse con los habitantes del barrio y culminar cada jornada con catequesis y la celebración de una misa.
Estudiantes franceses misionaron en El Morro
Son jóvenes que tienen entre 17 y 21 años. Pertenecen a una comunidad religiosa y decidieron pasar sus vacaciones en Paraná para trabajar y ayudar a quienes más lo necesitan
20 de julio 2015 · 06:24hs