Estas son las perlas en el debate por el pago a los holdouts

El kirchnerismo protestó porque María Teresa García no tenía bancaLa maratónica sesión por el proyecto de pago a los holdouts tuvo momentos ríspidos, pero también instantes cómicos. A continuación, algunos de los más destacados:
Una kirchnerista sin banca
Cuando la sesión recién comenzaba, el camporista Marcos Cleri pidió la palabra para protestar porque su compañera María Teresa García no tenía una banca asignada. "No entendemos por qué está sucediendo esta desprolijidad. No quiero pensar que haya diputados sentados que no son diputados. Quisiera que esto se resuelva de manera inmediata para que podamos seguir con la sesión", protestó.
Una diputada demasiado flaca para votar
Por un motivo insólito, la macrista Silvina Lospennato no pudo emitir su voto en la primera moción del día, el proyecto kirchnerista para que se realizase una consulta popular sobre el pago de la deuda.
Todos sus compañeros habían ya votado la moción por la negativa, pero en el tablero electrónico la diputada aparecía como si se hubiera abstenido. Lospennato pidió entonces la palabra y aclaró que acompañaba la decisión de su bloque, pero no podía emitir su voto por los controles de seguridad de la banca.
"La banca no me reconoce. Acá me dicen que es por mi peso. Voto por la negativa", dijo al tomar la palabra. Desde el escándalo del "diputrucho" que dio quórum sin ser legislador, el Congreso incorporó una serie de controles para asegurarse que sólo los representantes electos voten en la sesión. Entre ellos, un sistema de reconocimiento de peso para saber cuándo se sientan los diputados y la exigencia de la huella digital para emitir el voto.
La confusión de Monzó
También durante la primera votación, el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, advirtió que faltaba el voto de un diputado. "Señor Aranguren, su voto, por favor", pidió una y otra vez.
Con tantas caras nuevas en el recinto, más de uno se preguntó si el ministro de Energía, Juan José Aranguren, tenía un familiar en Diputados. La confusión fue aclarada por el propio Monzó y despertó las risas de toda la Cámara: en realidad quería referirse al massista José Ignacio de Mendiguren.