El tercer disco del grupo santafesino Parteplaneta, porteño por adopción, abreva el grunge y el rock alternativo. Esto lo convierte en una de las más interesantes y más arriesgadas bandas que se anima a la mezcla de muchos estilos en su coctelera rockera.
El trío integrado por Luciano Tano Farelli en voz y guitarras, Fernando Romero Bucca en bajo y coros, y Manuel Cena en batería, arranca el disco con Sin rostro, con una letra existencialista, con una base bien poderosa y virtuosa, y con las guitarras entrando y saliendo.
Arcos es justamente una demostración de la personalidad de la banda, abre con caja de ritmos, la batería totalmente tecnificada, interesantes arreglos de voces, buen acompañamiento de los teclados y Farelli sumergiéndose en el camino sonoro y compositivo marcado por Gustavo Cerati y Richard Coleman, para lograr una gran canción, embellecida por un solo de su Fender Jaguar del año 62, una joya de la escena rockera actual.
Desde el inicio la banda promete y marca diferencia con sus contemporáneos, por esta razón Farelli es requerido por muchos artistas como Marilina Bertoldi.
Lejos tiene un inicio a lo Nine Inch Nails y después se convierte en auto a pura new wave y post punk que avanza veloz por calles nocturnas, con un estribillo furioso y pegadizo, y un final a puro despliegue instrumental, de lo mejor que ha dado este 2015.
Expandir la voz los tiene jugando en el rock alternativo con un buen riff y una base virtuosa acompañada por las maquinas, sin que estas enfríen ni un grado el calor que brindan los santafesinos. Farelli no tiene necesidad de gritar, todo lo logra con su voz. Y en este punto el mérito está compartido con su amigo el notable Guillermo Porro, quien coprodujo el disco, sumándose a Eduardo Bergallo que lo masterizó con gran calidad.
Avión tiene a Cena jugando con los diferentes cuerpos de su batería mientras Farelli mete riffs, acordes distorsionados y la canción toma aires modernos que lo vinculan a lo más fructífero de Muse, a las canciones más antiguas del grupo de Matt Bellamy. La canción parece un viaje en círculos por una ciudad iluminada a fuego, apocalíptica, industrializada.
Entre imanes tiene un inicio más rockero, la banda enciende el motor y la batería gana la posición, mientras la guitarra riffea chirriante para el tema más motero y rutero del disco, con Farelli esta vez sí grita para contar la historia.
Esta línea más rockera se mantiene en Engrama con la base cargando con mucho poder, mientras la guitarra entra y sale con riffs que queman, cargados de apuro y desesperación. Disturbio es un instrumental casi íntegramente percusivo que le cede el protagonismo a Nudos, donde palmas, la batería, un bajo cargado y las maquinas acercan a Parteplaneta a un pop elaborado, radiante y oscuro que cuenta la historia de un desamor.
El álbum cierra con No lo sé que abre con una guitarra acuática con la voz procesada de Farelli que cuenta un amanecer perdido, hasta que la guitarra entra con distorsión, dejando una canción en la que nuevamente Parteplaneta arriesga y juega en terrenos desconocidos y el resultado es optimo con ese final guitarrístico bien shoegaze, haciendo que la sangre y la furia corra por los cables.
Parteplaneta es un proyecto de rock fundado en febrero de 2008 en Santa Fe. Sus músicos que llevan mas de 8 años tocando juntos en diferentes proyectos, destacando Inhibe y Psycho Project, entre otros. En febrero de 2012 fueron convocados para telonear a Fito Páez en el festival Música en el Río en la costanera santafesina ante 100.000 espectadores. Luego de una seguidilla de shows, la banda ingresó a MCL Records de Buenos Aires para grabar su segundo disco.
Parteplaneta abre el abanico sonoro
La banda santafesina lanzó su tercer disco de estudio, “Arcos”, donde combina diferentes estilos
27 de julio 2015 · 06:10hs