El sábado pasado, se reestrenó la obra teatral Cuando los Cerdos Arrasan, escrita y dirigida por Gabriel Cosoy en 2004. Llevada a escena por el grupo Desesperados Albaneses, se volverá a presentar mañana domingo, a las 20, en el Centro Cultural y de Convenciones La Vieja Usina (Gregoria Matorras de San Martín 861).
Una obra que vuelve renovada y mejorada, 15 años después de su estreno
Cuando los Cerdos Arrasan narra la experiencia de un grupo de teatro que intenta recuperar la actividad escénica en Aldea Spanzer, un pueblo imaginario del interior de Entre Ríos. Se estrenó por primera vez en 2004 y cosechó numerosos reconocimientos a nivel nacional e internacional. También fue interpretada por elencos de Argentina, Bolivia y España.
“La estrenamos en 2004 y estuvimos haciendo funciones hasta el 2007, una primera versión con la que pudimos participar en diversos festivales, giramos por todo el país, anduvimos también por España. Es una obra cuya escritura surgió de una beca de perfeccionamiento en dramaturgia del Fondo Nacional de las Artes. La retomamos ahora, muchísimos años después, con el mismo elenco, pero es una versión totalmente distinta, es otra propuesta, tanto en lo que es la puesta en escena como en el trabajo de los actores. Incluimos recursos audiovisuales, que en la versión anterior no lo hicimos y eso nos permite expresar mejor el contexto, y que los actores puedan tener una actuación menos expansiva, más profunda”, contó Cosoy a Escenario.
El reconocido actor, director y dramaturgo remarcó además la vigencia del texto, que sigue hablando de las condiciones, las creencias y las motivaciones que pueden llevar a alguien a hacer teatro. En la obra, donde se da un contexto de metateatro –una obra dentro de otra– dos sobrevivientes del ignoto Colectivo Teatral “Aurora” –interpretados por Roberto Fadil y Graciela Strappa, los actores originales– intentan recuperar la actividad escénica con el pueblo bajo el agua. Un panteón que milagrosamente sigue en pié será el marco de esta disparatada historia en medio de la desolación más absoluta.
“La acción sucede en un pueblo imaginario, que por razones que se develarán a lo largo de la obra, en ese pueblo llueve sin parar desde hace años, por un conflicto que los lugareños atribuyen a algo que hizo mal un grupo de teatro local. Y todo sucede en un panteón del cementerio que quedó a salvo del agua, ya que está ubicado en un terreno elevado. Allí, Adela, una de las integrantes del viejo grupo de teatro del pueblo convoca a un compañero que se había ido a triunfar a la ciudad, para juntos hacer una gran obra de teatro, ya que el pueblo así inundado, se figura Adela, se puede transformar en un gran destino turístico como Amsterdam o Venecia, donde la gente podrá pasear por las calles en bote. Entonces ellos ensayan la obra en el panteón, y durante ese proceso se va develando qué es lo que pasó, por qué ese pueblo productor de porcinos se quedó sin chanchos y está inundado”, explicó el director y dramaturgo.
La versión 2019 de Cuando los Cerdos Arrasan trabaja con un nuevo planteo escenográfico, diferente a la versión de 2004, tratando de generar un espacio enrarecido, un lugar que se salvó de las aguas y en donde, como en un cambalache, está mezclado las urnas de los muertos, con objetos que se salvaron de la inundación y demás.
“Fue raro para ellos (los actores) retomar esta obra, porque habían quedado pegados a una versión que ya desarrollaron y en la que se sintieron cómodos. Nos dimos todos un trabajo de varios meses de ensayo para trabajar sobre otra versión. Por lo tanto hay un crecimiento, una búsqueda de profundidad y una búsqueda emocional que la obra antes quizá no tenía tanto. Hay mucho humor, es una obra muy irónica. Y el resultado en la función que hicimos el sábado 26, fue que el público se mantuvo atento, en silencio, sin toser, si mirar la hora. La gente se enganchó y el aplauso final fue muy conmovedor, así que ahora vamos a ver qué pasa en La Vieja Usina”, manifestó Cosoy.
El nombre del grupo, Desesperados Albaneses, viene del contexto político nacional e internacional en que el grupo se conformó: la década de 1990. “En esa época con la caída del régimen comunista, había conflictos armados en Albania y la población se escapaba a Italia, que quedaba en frente. Y nosotros, como teatreros nos sentíamos un poco parecido, como sin lugar, sin saber qué hacer, escapándole al neoliberalismo brutal del menemismo”, contó el director.
Luego del reestreno a sala llena y con localidades agotadas, los Desesperados Albaneses volverán a presentarse, esta vez en La Vieja Usina. Las entradas anticipadas tienen un valor de 150, mientras que en puerta valdrán 200. Pueden reservarse por Whatsapp al número: 343 458 2354.
Vale destacar que se realizarán dos funciones más el 22 y 29 de noviembre a las 21.30 en Arandú Espacio de Arte (Bvad. Racedo 289).
Ficha técnica
Grupo de teatro: Desesperados Albaneses
Dirección y dramaturgia: Gabriel Cosoy
Actúan: Graciela Strappa, Roberto Fadil
Asistencia de dirección: Tatiana Zuccolotto
Diseño sonoro y propuesta audiovisual: Ariel Dutria
Comunicación visual: Carmela Farías
Fotografía: Pablo Merlo