Este miércoles, a las 20.45, tendrá lugar la última función del 2016 del Ciclo Miércoles de Cine que organiza el Círculo Odontológico de Paraná en su auditorio ubicado en Corriente 218, con acceso libre y gratuito. En el último encuentro de este año, se proyectará el filme Un domingo en el campo del director Bertrand Tavernier.
Último "Miércoles de cine" del 2016
El ciclo organizado por el Círculo Odontológico cierra con "Un domingo en el campo"
28 de noviembre 2016 · 06:50hs
Filmada en 1984, la película mereció varios reconocimientos internacionales, entre ellos al Mejor Director, en Cannes, tres premios César y Mejor película extranjera en el Festival de Cine de Nueva York.
Tavernier ha enriquecido el paisaje cinematográfico contemporáneo con una visión singular, un estilo marcado por un cierto vigor poético y un fino sentido de la subversión, así como una aguda comprensión de las sutilezas del carácter humano. Su trayectoria como escritor, productor y director revela una exploración profunda de las implicaciones éticas de la realización cinematográfica, un compromiso político permanente y la convicción de revivir capítulos de la historia francesa que han sido olvidados o reprimidos.
Un domingo en el campo es totalmente atípica en la filmografía de Tavernier, tanto por contener ecos del cine de Jean Renoir, como por estar alejada del habitual tono "mensajístico" del director.
Verano de 1910. El señor Ladmiral es un pintor, viudo, que lleva una triste y solitaria vida en la campiña francesa. La llegada del domingo se ha convertido para él en el mayor de los placeres. Ese día recibe la visita de su hijo Gonzague, su mujer Marie-Therese y sus tres nietos pero extraña a su hija, Irene.
Lo bucólico del lugar, la siesta luego del almuerzo, todo, se ve perturbado por la intempestiva llegada de ella junto a su perro caviar; sin embargo su visita posiblemente ayudará a recuperar vínculos perdidos. Lleno de alegría, disfruta del placer de conversar con ellos sobre la relación entre vida y arte.
Filmada con mucha delicadeza por la cámara de Tavernier, con una gama cromática de colores cálidos, muy pictóricos del director de fotografía Bruno de Keyzer. De esta manera la sosegada y parsimoniosa narración se permite el analizar a sus personajes y dibujarlos correctamente, sin excesos.