El amor después del amor, serie biográfica sobre la vida de Fito Páez con la participación del mismísimo músico rosarino como productor, es el más resonante de los títulos argentinos anunciados ayer por Netflix, con otros destacados como una comedia con Guillermo Francella y la tercera cinta de la saga iniciada con Perdida protagonizada por Luisana Lopilato.
Netflix anunció "El amor después del amor" sobre Fito Páez
“Iremos poco a poco ganando no solo en cantidad, sino en lo que a mí más me interesa, que es en la diversidad de géneros y de miradas en lo que hacemos”, prometió el vicepresidente de contenido de Latinoamérica del gigante del streaming, Francisco Paco Ramos, en una charla con Télam para hablar sobre las novedades de la compañía en el país.
Enmarcado en la búsqueda que el ejecutivo define como “empoderar a voces auténticas” de la región -y que por supuesto no debe leerse por fuera de la feroz competencia entre plataformas que se avecina con el crecimiento de Disney+ o Amazon y el inminente arribo de jugadores como Paramount+ o HBO Max-, Netflix prepara producciones locales para nutrir a su ya de por sí abultado catálogo.
Entre todas las novedades llama especial atención El amor después del amor, que recorrerá 40 años de historia de una de las más grandes estrellas de la música latinoamericana, pasando por sus éxitos y sus fracasos, sus momentos de genialidad y sus tragedias.
Producida por Mandarina Televisión, no tiene aún al actor que encarnará al músico pero sí cuenta ya con Fito Páez como productor, junto con el director Juan Pablo Kolodziej, Mariano Chihade y el realizador Juan Taratuto.
Otra novedad sobresaliente será Granizo, película de comedia con Guillermo Francella, dirigida por Marcos Carnevale y escrita por el ganador del Oscar Nicolás Giacobone y Fernando Balmayor, sobre un meteorólogo de la TV que equivoca un pronóstico y se gana el odio del público, por lo que deja la gran capital para refugiarse en su ciudad natal y redescubrirse a sí mismo.
A las órdenes del realizador de Corazón loco, se suman figuras de la talla de Romina Fernandes, Peto Menahem, Martín Seefeld y Laura Fernández, entre otros.
También se anunció Pipa, tercera película protagonizada por Lopilato en el rol de Manuela Pelari basada en las novelas de Florencia Etcheves; un especial de comedia de Agustín Soy Rada Aristarán, y las nuevas temporadas de Casi feliz de Sebastián Wainraich y la carcelaria El marginal (ahora con estreno por Netflix antes que en otro espacio).
Estos seis nuevos proyectos de la plataforma en la Argentina se suman a otras tres series en distintas etapas de desarrollo y que generan gran expectativa desde que fueron anunciadas en 2020: el thriller El reino, de Marcelo Piñeyro y Claudia Piñeiro con gran elenco, la musical Cielo grande y, acaso la más importante, El Eternauta, con guion y dirección de Bruno Stagnaro.
—De a poco parece que Netflix comienza a acelerar su producción de títulos argentinos.
—Me gustaría que hubiéramos ido más rápido pero la pandemia no nos lo ha permitido, pero el entusiasmo y el compromiso con la Argentina sigue igual. Buscamos empoderar a voces auténticas en cada país. Lo más interesante es que haya una complementariedad de puntos de vista, que las cosas no parezcan contadas con el mismo patrón; que tengan una cohesión como total pero cada una tenga su particularidad.
—¿Qué aportan los nuevos títulos anunciados en términos de esa complementariedad?
—Hay varias cosas de comedia, que en este momento tiene un valor muy interesante. Ya sea en ficción o en no ficción la comedia acertada permite acercarnos muchísimo a lo que está oliéndose en las calles. Luego el thriller, en lo que Argentina históricamente siempre ha sido muy buena. Son todas muy argentinas, pero también nos permiten demostrar fuera de la Argentina un país complejo, diverso, potente cultural y socialmente.
—¿Cuál es el estado de las producciones anunciadas el año pasado?
—El reino la habíamos empezado a filmar, suspendimos y en octubre cuando teníamos instalados y consolidados los protocolos retomamos la producción y la completamos de una forma satisfactoria artísticamente, pero sobre todo en cuanto a la seguridad sanitaria. Es una serie muy ambiciosa, y era necesario mantener la visión de Piñeyro, pero a la vez garantizar la seguridad. En la segunda mitad del año verá la luz.
Cielo grande queríamos filmar en el invierno pero no pudimos, la hemos retrasado y la hemos reordenado. Mantuvimos el compromiso, y lo único que hemos hecho fue cambiar el emplazamiento geográfico y en lugar de hacerla en la nieve la hacemos en el agua, pero es la misma serie, la misma esencia. No queríamos esperar que llegue otro invierno, y así en vez de hacerla en el sur argentino la vamos a hacer en el Tigre. Empezamos ya pronto, creo que en dos semanas. Pienso que en principio será para 2022 si todo va bien.
El Eternauta hemos seguido trabajando con los guiones, con las exploraciones técnicas tanto de VFX como de cómo podemos hacer la serie que refleje la ambición visual de lo que eran las viñetas de Oesterheld pero a la vez hacerlo con toda la tecnología que hay en este momento. La idea es que empiecen en dos o tres meses a hacer castings.
—¿Cómo impactará a Netflix la llegada de tantas plataformas nuevas? ¿Hay lugar para todos?
—Lo vemos como una oportunidad y una forma de reflexionar sobre cómo podemos ser mejores de tal manera que la experiencia para los guionistas, para los productores, para los directores sea cada vez mejor y que piensen que con nosotros en Netflix van a poder realizar la mejor versión de sus ideas y llegar a través de nuestros 200 millones de hogares a todo el mundo. Ese creo que es el mayor reto: entender que la competencia nos tiene que hacer mejores, nos tiene que ayudar a ser todavía mucho más conscientes de qué es lo que busca cada uno de nuestros miembros. No voy a decir que estamos sin preocuparnos, evidentemente, pero yo diría “nos ocupamos de ser mejores”.